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Diálogo Iberoamericano

Núm. 14 / marzo-abril 1998. Pág. 35

Tradición Oral: El Romancero

De madres a hijas, cuentan historias de toda la vida, de amores imposibles, de sucesos magníficos, de caballeros y damas, de adulterios apasionados... Eran la crónica de la vida cotidiana, el alimento de la imaginación durante generaciones que por medio de la música pasaban a través del tiempo conformando la mentalidad de las gentes. Historias contadas y cantadas a la luz de la lumbre del hogar, en fiestas señaladas, en corrillos de mujeres lavando en el río o haciendo los dulces de Navidad. Hoy corre el riesgo de perderse este mundo que abarca toda la geografía del horizonte hispánico, a uno y otro lado del Atlántico.

Pedro Geraldía (Universidad de Cádiz). La Historia de la Investigación del Romancero en la Provincia de Cádiz que inició, en 1979, la profesora Virtudes Atero, se puede decir que guarda en buena medida el mismo esquema temático que muchos de los Romances que a lo largo de estos años ella y otras investigadoras e investigadores del grupo se han dedicado a recoger por todas las comarcas de nuestra tierra. Se puede decir también, que de la curiosidad científica inicial se pasó al entusiasmo. Una curiosidad que todavía sigue y que, a la luz de lo sacado y ante la perspectiva de lo que aún queda por rescatar y saber, se va a mantener viva como una llama que nos recuerde a todos de dónde venimos y cuáles son nuestras raíces más hondas.
Inicios
Desde el siglo XIX, época en la que se redescubre la Literatura Oral, Andalucía fue el primer lugar en la pervivencia de estas tradiciones. Tras una época de efervescencia investigadora, por razones diversas, esta labor de rescate de la Literatura Oral se paraliza en nuestro siglo, para comenzar a ser investigado de nuevo hace relativamente poco tiempo. No sin cierto asombro y con algo de escepticismo Virtudes Atero, bajo la dirección del Prof. López Estrada (Universidad de Sevilla), inció sus trabajos de el rescate de la tradición oral y pervivencia de los Romances en la Sierra de Cádiz. El resultado la sorprende a ella misma, el Romancero estaba vivo y existía. Las gentes en los pueblos siguen contándolo y sobre todo, y esto es lo más importante, cantándolo.
Al grupo, con el paso de los años, se vienen a unir las Profs. María J. Ruiz y Nieves Vázquez. El trabajo realizado en toda la provincia de Cádiz ha dado como resultado el rescate y catalogación de 3.468 Romances Tradicionales, 3.500 Romances de Cordel, 3.000 composiciones de Lírica Tradicional y un caudal ingente de canciones infantiles.
Metodología
La primera parte para realizar una investigación de este tipo requiere la labor intensa de las encuestas, e ir haciendo que la gente, los "informantes" canten. Según manifiesta la profesora Atero, "cantan en su mayoría las mujeres. Es el único género literario donde hay un predominio absoluto de la mujer en un porcentaje elevadísimo de participación. Cantan ellas y el universo que recrea el Romancero es un universo y un mundo enteramente femenino. En la transmisión de las canciones son también las mujeres las que juegan un papel protagonista. El hombre canta el romance en ocasiones muy especiales o en sus casas, o en comunidades muy características como la de los gitanos, donde es al elemento masculino al que corresponde cantar. La razón de esta escasa presencia del hombre en la tradición del Romance está más ligada al prestigio a una vanagloria personal un tanto machista".
La segunda parte de la metodología de investigación estaría en catalogar y clasificar los romances según al género al que pertenezcan, sean estos Romances Tradicionales apegados a los temas que ya eran conocidos y cantados desde el siglo XV, Romances de Cordel, los más ligados a la gente sencilla menos cuidados en su composición literaria, pero no menos interesantes en cuanto a sus elementos temáticos y a las posibilidades de conocimiento histórico, etnográfico y cultural que aportan. Según apunta la Dra. Ruiz, "el Romancero es rico no sólo desde el punto de vista literario y musical, lo que nos cuenta nos está remitiendo constantemente a otras facetas de la vida humana y al detalle de cómo se desevuelve la historia de las gentes en sus actividades más cotidianas: el amor, el desemparo, las relaciones interpersonales, la familia, el dolor, las relaciones de poder...".
Las canciones infantiles, esas que repiten las niñas en los corros, los villancicos y otro tipo de composiciones líricas son otras composiciones transmitidas también oralmente.
Otro nivel más de la investigación sobre el Romancero nos lleva al estudio de los motivos, este es el apartado que muy especialmente se ha encargado de realizar Nieves Vázquez, según señala ella misma" los motivos son elementos temáticos que se van repitiendo en otros géneros, no exclusivos del Romancero, sino en la literatura llamada culta. Son como clichés culturales, como por ejemplo: el encuentro, la cueva, la mujer peinándose, el cabello suelto. Los motivos ahondan en el significado etnocultural del Romancero. y nos llevan a remitirnos a otros referentes literarios y culturales que nos expliquen más cosas, un ejemplo de motivos a analizar serían por ejemplo, por qué los personajes del Romancero antes de hacer el amor comen perdices y conejos, por qué la mujer sola en una ventana como preludio de un encuentro amoroso. El Romancero es rico en ese tipo de imágenes que podemos rescatar en otras literaturas y en otras zonas y nos ayuden a explicar los elementos simbólicos en los que se basan".
Marruecos y Norte de Africa
En 1995 a través de una Acción Integrada con la Universidad de Colonia (Alemania), del Seminario de Literatura Románica que dirige el Profesor Wentzlaff-Eggebert y contando con la colaboración del Profesor Ion Talos un folklorista de Rumanía, país que cuenta también con una gran tradición baladística oral, el Grupode la UCA hizo varias encuestas en otras partes de Andalucía, en concreto en la provincia de Huelva partiendo de esta experiencia conjunta les pareció interesante encuestar el norte de Marruecos, para ver como pervivía la tradición oral en la antigua zona del Protectorado Español. Realizaron pues el recorrido encuestador por Teutuán, Xauen, Larache y estuvieron encuestando a los tres niveles de población sefarditas, marroquíes y algunos españoles que allí quedan. El material recogido fuel muy rico.
Los sefarditas conservan un Romancero muy peculiar y muchos cuentos. Según recuerda la Prof. Atero, "fue curioso y hermoso comprobar como los marroquíes recordaban las canciones infantiles que les enseñaban los maestros españoles en la época del Protectorado. Este avance nos dio la idea de poder abarcar también la zona de Ceuta y Melilla, que todavía no se ha hecho".
El Futuro
En un mundo cada vez más globalizado y dominado por los medios de comunicación que hacen menos viables las diferencias, ¿qué futuro le queda al Romancero? Estas Investigadoras lo tienen poco claro en cuanto a lo que va a ser de este enorme patrimonio. De momento, en la medida de sus modestas posibilidades se dedican con denuedo a establecer contactos y relaciones con aquellos ámbitos del mundo hispánico en el que la tradición del Romancero permanece viva. En concreto preparan un encuentro para el próximo año en el que participarán "repetistas" cubanos, personas que improvisan composiciones en verso y que es una tradición muy viva en la isla caribeña.


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