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Diálogo Iberoamericano

Núm. 14 / marzo-abril 1998. Pág. 29

El auto eléctrico: alternativa para la protección del ambiente y el uso racional de la energía

Ante los graves problemas que en el futuro podría enfrentar la población mundial por la escasez de combustibles derivados del petróleo y las consecuencias de la contaminación en los centros urbanos, el Grupo de Apoyo al Sector Rural (GRUPO-PUCP) y la Dirección Académica de Investigación (DAI) de la Pontificia Universidad Católica del Perú apoyaron la construcción del primer prototipo de vehículo eléctrico peruano.

María C. Mestanza Malaspina (Pontificia Universidad Católica del Perú). El ingeniero Adalberto Mestanza asumió la responsabilidad de la investigación y construcción del automóvil, como una alternativa para controlar la polución y el ahorrro de energía, contó con la colaboración del Ing. Jorge Cuadros en la elaboración de la caja de control de velocidad.
Desde el punto de vista de la protección del medio ambiente, el Ing. Mestanza explicó que la utilización de los autos en las zonas urbanas ofrece indudables ventajas: la eliminación de emisiones gaseosas, la sustancial reducción del consumo de oxígeno y la supresión de ruidos. Sin embargo, reconoció que los vehículos eléctricos no supondrán un ahorro de energía primaria, pero le permitirá al usuario un menor costo por distancia recorrida, del orden del 60% respecto a los vehículos convencionales, debido fundamentalmente, a los menores costos en mantenimiento y en energía consumida. Así como también una mayor vida de servicio.
Si bien el uso masivo de los vehículos eléctricos no supondrá el ahorro de energía eléctrica, esto no significa que peligre su distribución a nivel doméstico ni la necesidad de construir nuevas centrales energéticas. Por el contrario, debe alentarse su uso racional y aprovechar la recarga de las baterías del auto en las horas de menor consumo, períodos en los que la capacidad de generación está prácticamente ociosa, de esta manera se emplearía adecuadamente la producción de las centrales de energía eléctrica.
El almacenamiento de energía
Un factor importante para la aceptación del automóvil eléctrico en el mercado automotriz, es el desarrollo que se logre en la tecnología de fabricación de baterías. Representa una desventaja para los vehículos eléctricos su corto rango de autonomía, debido fundamentalmente a la pequeña capacidad de almacenar energía.
Actualmente se vienen utilizando tres tipos de baterías a nivel comercial, la más difundida es la clásica plomo ácido, que desde un inicio ha probado su capacidad para impulsar vehículos eléctricos, aunque con un pequeño radio de acción (50 km). Un segundo tipo de tecnología es el sistema níquel- hidruro metálico, con el que se consigue mayor autonomía (150 km) y en tercer lugar el sistema litio- ión, con el que se alcanza recorrer distancias de hasta 215 km con una solo recarga.
Sistemas Inteligentes de Control
Los actuales automóviles eléctricos vienen equipados con sistemas inteligentes de control, que permiten un gobierno eficiente de los motores eléctricos y a la vez controlar y mejorar el funcionamiento del sistema total en el vehículo eléctrico. La primera etapa del proyecto de construcción del automóvil eléctrico-PUCP se ha cumplido con éxito, la unidad construida puede transportar cuatro pasajeros cómodamente instalados, cuenta con un motor de 2.6 Kw de potencia, utiliza baterías plomo ácido, que le permiten recorrer 40 km antes de la recarga, con una velocidad de crucero de 45 km/h el sistema de suspensión es independiente en las cuatro ruedas, posee frenos de tambor, y transmisión por cadena. Es pertinente mencionar que las baterías son recargadas mediante la utilización de aerogeneradores y el uso de paneles solares, equipo con que cuenta el GRUPO-PUCP.
En la segunda etapa del proyecto se ensamblará la carrocería al auto e instalará un sistema electrónico de control, que permitirá tener un mejor manejo del vehículo y aumentará su rango de acción hasta en 60 km de recorrido antes de la recarga de las baterías. Se espera también concluir con un período de pruebas con la finalidad de afinar y modificar los sistemas que lo requieren.


Investigadores granadinos diseñan moléculas antitumorales que combaten el cáncer

Un equipo de investigación de Química Farmacéutica de la Universidad de Granada trabaja en el diseño de moléculas antitumorales selectivas para el tratamiento del cáncer. Los buenos resultados cosechados han hecho que el procedimiento se convierta en la primera patente internacional de esta Universidad y que una empresa multinacional farmacéutica haya firmado un acuerdo de trabajo.

Julia Saiz-Pardo (Redacción-Granada). La investigación, que aún no ha comenzado su fase clínica de tratamiento en seres humanos, supone una novedad en terapia anticancerosa al contribuir al diseño de otras moléculas diferentes a las antitumorales tradicionales. Antonio Espinosa, catedrático de Química Orgánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y uno de los responsables de este grupo de veinte personas, expone que las moléculas de los fármacos que se emplean en la actualidad en el tratamiento de una enfermedad como el cáncer "matan más rápidamente aquellas células que están en división como las cancerosas pero en el organismo hay otras células con gran velocidad de mitosis que también mueren y, de ahí, de no poder distinguir las cancerosas de las que no lo son -continúa-, vienen los efectos secundarios asociados a la inmunosupresión, los vómitos y la caída del pelo que son consecuencia de la muerte de las células sanas".
El trabajo, que se lleva a cabo en colaboración con el doctor Juan Carlos Lacal del Instituto de Investigaciones Biomédicas, se basa, pues, en la construcción de nuevas moléculas que sean más selectivas y que permitan "actuar sobre las células tumorales mientras que se respetan las sanas".
El oncogen es el culpable de la transformación que sufre una célula sana para pasar a convertirse en una tumoral. La investigación, que se desarrolla en el seno de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, se ha centrado en los oncogenes tipo RAS, causantes del 30% de todos los tumores humanos. En el momento en que una célula es transformada por esta clase de oncogen aparecen unas moléculas específicas en mayor concentración, una de ellas es la "Colina quinasa".
"Llegamos a la conclusión de que inhibir a la Colina quinasa con fármacos selectivos podría constituir la base para el desarrollo de una nueva estrategia de medicamentos antitumorales", explica Espinosa.
Trabajo de laboratorio
"Nos dedicamos a diseñar moléculas cono los arquitectos diseñan y proyectan edificios, para que tengan unas funciones determinadas". Hasta 200 moléculas se han llegado a diseñar por ordenador y, más tarde, se han sitentizado en el laboratorio. "Se han ensayado como inhibidores de la "Colina quinasa" y como agentes antitumorales selectivos y se ha comprobado una buena correlación entre los dos valores". El propósito que guía las investigaciones es que las moléculas de nueva creación no resulten ser tóxicos inespecíficos para el organismo, sino tóxicos selectivos.
Los buenos resultados obtenidos llevaron a hacer, en un primer momento, una patente nacional. Por otra parte, una empresa farmacéutica multinacional norteamericana se mostró interesada por la novedosa investigación y ha suscrito un acuerdo de trabajo con la Universidad. El pasado 1 de agosto, la patente se elevaba a la categoría de internacional por vez primera en la Universidad de Granada. El comienzo de los ensayos clínicos para su administración en el hombre todavía no se ha fijado y es algo que llevará a cabo, previsiblemente, esta multinacional farmacéutica. Aparte de ser pioneros en la inhibición de la Colina quinasa, este equipo de investigación desarrolla su labor en otros campos también relacionados con el tratamiento de esta enfermedad como la diferenciación celular que trata de restituir en la célula tumoral la mayor parte de las características de una sana. Otro de los aspectos en los que trabajan, en la actualidad, es en derivados de la Distamicina en colaboración con la Universidad de Ferrara en Italia.
El equipo posee otra patente nacional sobre neuroprotectores en una investigación que impulsan conjuntamente con el doctor Acuña de la Facultad de Medicina de Granada. Antonio Espinosa manifiesta que el grupo estudia en este área de la protección neuronal y hace hincapié en la preocupante incidencia de las enfermedades relacionadas con la senilidad tales como el Alzehimer que son consecuencia directa de una neurodegeneración. Por otro lado, también mantienen un contrato de investigación con unos laboratorios catalanes para el desarrollo de nuevos agentes antiinflamatorios.


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