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Diálogo Iberoamericano
Núm. 13 / enero-febrero 1998. Pág.
31
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Investigadores de las culturas precolombinas muestran
semejanzas entre el conjunto de cosmovisiones mesoamericanas
La reivindicación del pensamiento indígena
americano, en sus aspectos religioso, científico y
filosófico cuenta con novedosas aportaciones, una
vez editados los trabajos dados a conocer en 1996 por
especialistas iberoamericanos y españoles con
ocasión de una reunión científica
celebrada en la casa del Inca Garcilaso en Montilla
(España). Se trata de una puesta en común no
demasiado habitual en materias, a veces muy complejas, que
resultan enriquecidas por el tratamiento interdisciplinar.
Carlos Miraz (Universidad de Córdoba,
España). / La recopilación, muy esperada, ha
sido coordinada por Antonio Garrido Aranda, profesor de Historia
de América de la Universidad de Córdoba y trata de
sistematizar aspectos de las visiones cosmogónicas
mesoamericanas y andinas mediante la elaboración de
"llaves metodológicas". La cuestión es
difícil dada la situación desigual en lo que
respecta a comparación entre ambos ámbitos
culturales. Así, por ejemplo, Mesoamérica cuenta
con cosmogramas contenidos en los códices mexicanos y
mayas, representaciones que no existen en los Andes, sin olvidar
la ausencia de escritura indígena en ésta
área. Sin embargo, en materias como la geografía
ritual o la territorialidad cosmogónica, los Andes
centrales cuentan con una orientación más
adelantada. En general los especialistas suelen destacar que, por
diversas razones, a las que no son ajenas las circunstancias
económicas, se cuenta con un mayor volumen de
investigación sobre el área mesoamericana que sobre
la andina.
Comparación de cosmovisiones
En cualquier caso la comparación entre ambas
cosmovisiones se ha revelado como productiva. Especialmente a
través de sus mitologías, partiendo de las cuales
el profesor Alfredo López Austin, investigador del
Instituto de Investigaciones Antropológicas de la
Universidad Nacional Autónoma de México, ha
elaborado un complejo método de estudio comparativo.
Utilizando sus propias palabras "de inmediato percibimos
semejanzas que parecen ir más allá de la mera
casualidad y diferencias que no esperábamos encontrar.
Unas y otras desconciertan, invitando al investigador a
trascender las primeras impresiones para enfocar
científicamente estos asuntos".
Multitud de ejemplos pueden darnos una idea de la magnitud
del tema que se trata de abordar: parecidos como el de la cultura
Chavin y su contemporánea olmeca; las proximidades andinas
y mesoamericanas en la concepción polar del cosmos o en
tradiciones como los cerros guardianes de las comunidades; la
existencia de nexos parecidos entre el mundo de los vivos y el
de los muertos, el paralelismo de algunos sistemas
diárquicos y las más diversas coincidencias en el
carácter de determinadas celebraciones, hechos divinos y
hasta pequeñas supersticiones integran el campo a
investigar. Sobre todo ello López Austin ha elaborado un
sistema basado en el análisis del contenido
cosmológico del mito, previa definición de los
conceptos de cosmovisión, tradición y de
núcleo duro para llegar al establecimiento de diversos
paradigmas con los que abordar el reto.
La leyenda nahuatl de los Soles
Precisamente uno de las mas bellas concepciones
míticas, no sólo por su riqueza sino también
por su tratamiento literario, es la leyenda nahuatl de los Soles,
con un enorme contenido cosmogónico en la que la
sucesión de edades o soles es solamente una parte del
conjunto de mitos sobre los orígenes. Se trata de una idea
con numerosas aplicaciones prácticas que normativizaron
la vida de aquellos pueblos que las postularon.
Básicamente los nahuas establecieron la existencia de
cuatro edades anteriores a la suya, todas destruidas por los
cuatro elementos (agua, tierra, viento, fuego) e identificables
con los cuatro rumbos (Norte, Sur, Este y Oeste). Y a ellos les
correspondía el centro del universo, la síntesis
del tiempo, la suma de los elementos; si bien esto, lejos de
constituir un orgullo delirante implicaba una responsabilidad
aterradora y un sentimiento de desastre.
Para el fallecido investigador mexicano Roberto Moreno de
los Arcos, uno de los mejores conocedores de la leyenda y sus
amplísimas implicaciones, cinco son las principales
categorías cosmológicas que se derivan de ella: la
necesidad lógica de una fundamentación universal,
la temporalización del mundo en edades o ciclos, la idea
de elementos primordiales, la espacialización del universo
por rumbos de cuadrantes y el concepto de lucha como molde para
pensar el acaecer cósmico. Cualquiera de estas ideas, como
se ve, es susceptible de comparaciones y de desarrollo hasta los
tiempos actuales y aún futuros.
Partiendo pues de una cosmovisión variada, toda una
gama de investigaciones se ofrece a efectos comparativos. En las
ahora recopiladas a través de la obra "Pensar
América", Johanna Broda, investigadora del citado
Instituto de la UNAM, junto con el arqueólgo
español y ex catedrático de la Complutense, Jose
Alcina Franch, profundizan sobre los paisajes rituales formados,
entre otras concreciones, por piedras talladas, en los que la
dimensión holística de las culturas mesoamericana
y andina se expresan de una forma espacial y poco estudiada hasta
ahora. Por otra parte, el universo de los dioses, con sus
funciones e interpretaciones, forma parte tanto de los trabajos
de María Rostworowsky, del Instituto de Estudios Peruanos,
especialmente por lo que se refiere a los dioses mayores andinos,
los huacas menores y las parejas divinas, como también de
los del arqueólogo mexicano Leonardo López
Luján, quien destaca la importancia de los dioses
acuáticos y en especial Tlaloc en la cosmovisión
mexica. Otras relaciones, como las existentes entre guerra y
tierra, a través del culto, forman parte de las
investigaciones de la profesora de la Universidad de Londres
Elizabeth Baquedano.
Tanto en Mesoamérica como en los Andes encontramos
"axis mundi". Así en el Cuzco incaico, en su plaza central
de Huacaypata se encontraba el Sunturhuasi, y para
Mesoamérica tenemos, al menos, dos centros
cosmogónicos, uno correspondiente al período
clásico, Teotihuacán y su pirámide del sol,
y otro postclásico, Tenochtitlán y su templo mayor,
uno y otros estudiados por el antropólogo holandés
e investigador de la Universidad de Illinois, Rainer Tom Zuidema
y el arqueólogo mexicano, director del Museo del Templo
Mayor del Instituto Nacional de Antropología e Historia,
Eduardo Matos Moctezuma. El orden en estos mundos americanos era
un principio fundamental para que los estados y las sociedades
pudieran cumplir sus fines y, en algunos casos, su
proyección llega hasta hoy. Así para los mayeros
del Yucatán actual este orden consiste, en opinión
del antropólogo español y catedrático de la
Complutense, Manuel Gutiérrez Estévez, en mantener,
dinámica y operativa, la dualidad del culto y creencias
indígenas antiguas con las procedentes del universo
judeocristiano. En esta importancia del sincretismo abundan
también tanto Rostworoswki, partiendo del ayer colonial,
como, ya en la contemporaneidad, el profesor de la Pontificia
Universidad Católica del Perú, Juan M. Ossio. Este
último analiza las fiestas del agua en varias comunidades
andinas para mostrar cómo intentan refundar la sociedad
indígena peruana a través de la tradicional
dualidad complementaria. De la misma manera Luis Millones, del
Seminario Interdisciplinario de Estudios Andinos de Lima, expone
en sus trabajos cómo poblaciones rurales de la costa norte
peruana explicitan, en las imágenes de su santos, una
memoria del pasado que hoy se convierte en identidad capaz de
ordenar la vida en común bajo la presencia de Patronos,
Vírgenes y Cristos.
La imagen histórico-mitológica de los
conflictos internos grupales es objeto asimismo de diversas
investigaciones desde el punto de vista cósmico.
Así, dentro de la cultura mesoamericana el constante
triunfo de migrantes sobre sedentarios, del último sobre
el primero, o del mayor sobre el menor es posible si los vencidos
habían caído en actos de soberbia, incapaces de
hacer frente al orgullo del señalado por los dioses como
vencedor, según los estudios del belga Michel Graulich,
profesor de la Universidad Libre de Bruselas. Su colega
francés y profesor emérito de la Universidad de
Aix-en-Provence, Pierre Duviols, retoma esta visión del
menor sobre el mayor a la hora de esclarecer los factores que
conducen a la creación del estado inca, si bien en un
contexto que tiene por objetivo fundamental desmitificar la
guerra de los Chancas como episodio nodal de la fundación
incaica.
En conjunto los especialistas coinciden en que pese a todos
estos estudios, la temática por abordar y los problemas
por resolver en la investigación comparativa entre las
tradiciones mesoamericanas y andinas superan con mucho la labor
realizada. Para ello estiman preciso fortalecer y aumentar los
vínculos académicos entre andinistas y
mesoamericanistas. El camino iniciado con este tipo de reuniones
y publicaciones se ha revelado como valioso.
. Referencia: prensa@lucano.uco.es
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