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Diálogo Iberoamericano
Núm. 13 / enero-febrero 1998. Pág.
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Conferencia de Rectores de las Universidades
Españolas: debate sobre la Universidad del siglo XXI
Redaccción. / Las aulas de la histórica
Universidad de Salamanca (f. 1218) fueron el marco escogido por
la Confernecia de Rectores de las Universidades Españolas
(CRUE) para debatir sobre el futuro de la educación
superior. Bajo el título genérico "Los objetivos
de la Universidad ante el nuevo siglo", fue analizada a lo largo
de los días 17 y 18 de noviembre la influencia que los
cambios sociales, económicos, culturales,
tecnológicos, etc. tienen y tendrán en una realidad
de instituciones que hunden sus raices en el medievo; que han de
adaptarse permanentemente a las necesidades de las sociedades a
que se deben; pero que "no deben renunciar a ser observadores
críticos de la realidad, no pueden aceptar sin más
el imperio del dios-mercado", en palabras del Prof. Carles
Solá (Presidente de la CRUE y Rector de la Universidad
Autónoma de Barcelona).
A la reunión asistieron los rectores de la
Universidades españolas, además del Presidente de
la Conferencia de Rectores de las Universidades Portuguesas,
Prof. Sousa Lobo, y del representante de la UNESCO para la
educación superior, Prof. Marco Antonio R. Dias.
Los debates de la CRUE fueron organizados en cuatro grupos
de trabajo: Universidad y demanda social, Universidad y poderes
públicos, Financiación y gestión de las
universidades y Cooperación internacional. La
sesión final sirvió para definir las propuestas que
la CRUE elevará a las instancias nacionales e
internacionales. Seguidamente detallamos, en su totalidad, las
propuestas.
Resultados de los grupos de trabajo
A.Universidad y demanda social
1. La relación entre la Universidad y la sociedad,
absolutamente necesaria, es creciente, aunque es preciso mejorar
el conocimiento de lo que es y hace la Universidad y potenciar,
en concreto, la colaboración con el mundo empresarial.
2. En la sociedad existen diferentes demandas que proceden
en buena medida, de orígenes distintos y que requieren
respuestas por diferentes instituciones de acuerdo con sus
competencias respectivas.
3. Una demanda frecuente desde fuera de la Universidad es
el acceso a una plaza en la misma, la creación de centros
e implantación de titulaciones, profesionales cualificados
y eficacia en la gestión.
4. Desde dentro de la Universidad, se demandan servicios,
salidas profesionales y, en general, calidad de la
enseñanza.
5. Las condiciones actuales dificultan la posibilidad de que
los estudiantes accedan a los centros de su preferencia, lo que
debería promoverse con una política adecuada que
facilitase la movilidad (becas, residencias, etc.), hacia la
satisfactoria realidad de un distrito único, compartido
y abierto.
6. Se observa, a veces, contradicción en las demandas
sociales, según de donde procedan, entre calidad utilidad
inmediata.
7. En ocasiones la demanda social de creación de
centros o de titulaciones no está suficientemente
razonada, primando intereses locales, clientelistas, o parciales,
ante los que la Universidad se encuentra indefensa, y, en otras,
obedece la decisión a circunstancias predominantemente
coyunturales que deben ser convenientemente ponderadas.
8. Es competencia de las Comunidades Autónomas la
elaboración de un marco razonable y motivado de
titulaciones que eviten disfunciones sociales.
9. Es preciso avanzar en una oferta más flexible de
titulaciones, superando rigideces actuales, así como en
una elaboración realista y flexible de planes de
estudios.
10. La Universidad debe ofrecer, durante el grado, una
formación básica para una sociedad en cambio, sin
desatender su dimensión humanista, y una
especialización en el postgrado, que tenga en cuenta las
demandas del mundo laboral.
11. Las Universidades deben esforzarse en responder a la
demanda social de investigación de calidad, tanto
básica como aplicada. En tal sentido es importante la
promoción de planes de ámbito estatal y
autonómico, en los que se integren adecuadamente los
intereses de desarrollo científico, cultura, y social.
12. La Universidad debe atender a una formación
continuada, satisfaciendo las necesidades de
actualización, readaptación y
especialización reclamadas por el mundo empresarial.
13. La Universidad debe estar abierta a nuevos estudios de
carácter superior siempre que están de acuerdo con
la naturaleza y función de la Institución
universitaria. De otra parte, el sistema educativo español
debe desarrollar una oferta suficiente de estudios
postsecundarios, en el marco de la formación profesional
superior.
14. Deben fomentarse más los contratos en
prácticas que permitan a los universitarios incorporarse
con mayor fluidez y eficacia a la actualidad profesional y
empresarial.
15. Ha de seguirse profundizando en la tarea de
evaluación de las Universidades para asegurar y acreditar
la calidad.
16. Existe una demanda genérica y difusa para que la
Universidad sea un lugar de encuentro intelectual, de
reflexión, de creación y de crítica, para
lo que resulta indispensable la potenciación de la
autonomía universitaria.
B.Universidad y poderes públicos
1. Deberían revisarse aquellos puntos del marco legal
que actualicen las competencias de las Universidades que
concretan su autonomía real, los que corresponden a las
Comunidades Autónomas y la Administración del
Estado.
2. Es necesario encontrar, con lealtad mutua y servicio al
interés general, un equilibrio satisfactorio entre la
autonomía de las Universidades reconocida
constitucionalmente y las competencias de los Parlamentos y
Gobiernos Autónomos.
3. Debería revisarse el marco de las relaciones entre
las Universidades y los poderes públicos a través
de los organismos de coordinación para que se garantice
una satisfactoria relación de los aspectos
académicos y políticos económicos del
sistema universitario español. Es urgente contar con un
marco estable y flexible a las vez, que evite continuas y
costosas reformas parciales de las normas relativas a los planes
de estudios y otros aspectos a las enseñanzas.
5. La participación de la Sociedad en las
Universidades a través de los Consejos Sociales
debería reforzarse en la línea de ser en lugar de
encuentro donde se encaucen las demandas sociales, así
como el organismo complementario de captación de recursos
para las universidades, evitando que sus competencias invadan a
las que corresponden a los organismos de gobierno estatutarios
de las Universidades.
C.Financiación y gestión de las
universidades
Se considera necesaria la realización de un estudio
en profundidad sobre la situación económica de las
Universidades españolas y sobre sus necesidades, que
actualice el Informe del Consejo de Universidades de 1994 a la
luz de: a) nuevos objetivos y retos de la Universidad. b)
finalización del proceso de transferencias y su
consolidación, que está configurando un mapa con
elementos de dispersión en financiación, precios
públicos, etc. No obstante, cabe hacer las siguientes
consideraciones:
1.- La financiación del sistema univesitario
español es insuficiente. Debería plantearse, con
urgencia, políticas de incremento de recursos que nos
acercaran a niveles de gasto homologables a los países de
nuestro entorno.
2.- Los recursos adicionales a introducir en el sistema
deberían provenir tanto del sector público como del
privado. seria necesario consensuar su participación en
el debate general sobre la financiación.
3.- Un objetivo prioritario de la política de
financiación debe ser aumentar la cobertura de los fondos
de ayudas a estudiantes para promover la igualdad de
oportunidades, así como la movilidad, haciendo efectivo
el derecho de elección por parte de los alumnos.
4.- El sistema de ayudas a estudiantes debe ser lo
suficientemente flexible y diversificado para dar respuesta a las
necesidades diversas del alumnado. Se debería estudiar la
conveniencia de combinar las becas con programas de
préstamos.
5.- Debería considerarse la conveniencia de que otra
parte de los recursos adicionales se aplicasen a programas de
mejora de la calidad, refuerzo de infraestructuras básicas
y mejora de los servicios a los usuarios.
6.- La asignación de recursos a las Universidades
debe basarse en sistemas objetivos y transparentes, que
incentiven la calidad y la asignación eficiente de
recursos en el seno de las propias instituciones. En todo caso,
debería definirse un nivel mínimo de recursos para
cada Universidad.
7.- Se detecta la necesidad de establecer un esquema de
información sobre el sistema universitario en su conjunto
que facilite las tomas de decisiones y la
coordinación.
8.- Se considera necesario avanzar en el proceso de
profesionalización de la gestión y en la mejora de
los procesos de toma de decisiones. La introducción de la
gestión estratégica y de los planes de calidad en
las Universidades se considera también imprescindible.
D.Cooperación internacional
1. Los grandes objetivos de la cooperación,
independientemente de los eventuales a corto plazo, serán
los de acrecentar el potencial intelectual de cada país
y de la Humanidad en general, reducir las diferencias entre los
países y promover la convivencia internacional para lograr
una paz duradera.
2. Las Universidades deberán incluir la
participación en los programas de cooperación al
desarrollo como objetivo esencial de su misión, de acuerdo
con su tradición histórica.
3. Se constata la necesidad de una armonización de
las acciones de las distintas instancias universitarias a fin de
evitar duplicaciones, reducir costos y aumentar la eficiencia y
eficacia. Universidades, administraciones y agentes de
financiación deberán elaborar planes conjuntos de
cooperación. La CRUE podría ser el elemento activo
de esta armonización.
4. De acuerdo con las recomendaciones de las Conferencias
Regionales promovidas por la UNESCO (Dakar, Palermo, La Habana,
Tokio y Beirut, que culminarán con la Conferencia Mundial
sobre Educación Superior en octubre 1998) se
promoverá la creación de unidades encargadas de las
relaciones internacionales (ya existentes en muchas, pero no en
todas las Universidades españolas). Estas podrían
contribuir, junto a las instituciones con las que se coopera, a
identificar los mecanismos de financiación, a definir las
necesidades y a elevarlos a instituciones nacionales, regionales
e internacionales de manera adecuada y en tiempo oportuno. A
estos efectos deberán de crearse redes universitarias que
involucren a todas las Universidades en programas a largo
plazo.
5. Deberán potenciarse las relaciones internacionales
con Iberoamérica, por tener lazos culturales y
lingísticos comunes, lo que redundará en un
beneficio mutuo.
6. Deberá propiciarse la flexibilidad de los estudios
con vistas a su armonización en los programas de
colaboración.
7. Se deberá crear una unidad administrativa u
oficina de la CRUE que permita la creación de un banco de
datos sobre programas y financiación de las distintas
instituciones y organismos relacionados con la cooperación
internacional. A este respecto sería conveniente la
creación de una red de responsables universitarios de la
cooperación internacional.
8. La creación de una Fundación para la
Cooperación en el seno de la CRUE permitirá una
mejor planificación, gestión y obtención de
recursos para estos fines.
9. La CRUE cooperará con las Universidades para
incrementar sus lazos informativos entre sí, con
Universidades de otros ámbitos geográficos y con
el conjunto de la sociedad a través de prácticas
de comunicación que destaquen el quehacer y la
función social de las Universidades (medios de
comunicación propios, medios de comunicación
social, internet, etc.).
10. Los programas de relaciones internacionales de las
Universidades deberán incardinarse en los programas de
otros organismos e instituciones nacionales e internacionales.
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