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Diálogo Iberoamericano

Núm. 11-12 / spbre.-diciembre 1997. Págs. 38 y 39

El Quijote: parodia y sátira genial: Diez razones para leerlo

A lo largo de este artículo, el connotado cervantista Lúdovik Osterc nos ofrece una visión amplia acerca de la obra cumbre de Miguel de Cervantes Saavedra, la cual constituye un magnífico documento social y una grandiosa creación literaria en la que hace uso de todos los recursos del lenguaje y da máximo esplendor al idioma español.

Emma Rueda (Gaceta-Universidad Nacional Autónoma de México). / El valor universal de El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha radica en que Miguel de Cervantes Saavedra supo penetrar hondamente en los apremiantes problemas que agobian al hombre, recogerlos en un haz y presentarlos en su obra maestra hasta hoy no superada, dice el doctor Lúdovik Osterc, connotado cervantista, autor de El Pensamiento social y político del Quijote.
"Solo Cervantes, afirma Osterc, merced a la extraordinaria variedad de recursos literarios e imágenes artísticas, pudo reflejar, en su creación sin par, la realidad tan multifacética y variada de la sociedad humana, con sus eternos antagonismos y conflictos."
A lo largo de toda la novela, don Quijote, fiel a sí mismo, restituye el bien y la justicia en el mundo, luchando contra los poderosos y defendiendo a los débiles, combatiendo a los opresores y protegiendo a los oprimidos, burlándose de los encumbrados y mostrando su simpatía por los humildes, tanto con sus armas como con su palabra.
Así protege al pastorcillo Andrés, expoliado y maltratado por su codicioso amo, Juan Aldudo. Defiende la castidad de Marcela y la libera de los agresivos pastores, amigos del difunto Grisóstomo; apunta su lanza contra los amigos de Camacho, el rico, poniéndose de lado de Basilio, el pobre. Y, renunciando a su fuero de hidalguía, acepta la pelea con el lacayo del duque Tosilos, en protección de la engañada hija de la dueña Rodríguez.
A nivel lingüístico y literario, El Quijote viene del siglo XVI. En esta centuria, dice Osterc, la lengua literaria estaba formada básicamente por tres corrientes distintas: una, que tenía un sabor arcaico de antigüedad deformada, la ofrecen los libros caballerescos; otra venía coloreada por el Renacimiento italiano (aparece Garcilaso de la Vega y Boscán); la tercera, más impregnada de elementos populares, más genuinamente nacional, es la de la novela picaresca, la del Lazarillo de Tormes.
Las tres desembocan en Cervantes y particularmente en el ancho y profundo piélago de El Quijote.

Su lectura, reveladora
Osterc, erudito cervantista esloveno, señala diez principales razones para leer el Quijote:
1. Se trata de un magnífico documento social,
2. Cervantes es el creador de la lengua española en su máximo esplendor,
3. cultivó todos los géneros literarios y fue el primer novelista de su patria,
4. su contenido incluye la Edad de Oro, "época feliz de la sociedad humana",
5. abarca los problemas que agobian al género humano,
6. la obra es un venero de filosofía práctica del mundo y de la vida,
7. estamos ante una grandiosa creación literaria de todas las latitudes y de todos los tiempos,
8. es una obra traducida a todas las lenguas,
9. señala, sobre todo, desigualdades económicas, sociales y clasistas, y
10. El Quijote, en última instancia, proporciona una extraordinaria enseñanza basada en el esbozo de solución a la más variada crisis.

Por ende, la lectura de El Quijote revela las verdaderas causas que corroen a la sociedad humana.

Parodia y sátira genial
El Quijote no sólo es un gigantesco monumento literario y de la lengua, que ocupa un puesto único en la historia del arte literario y principalmente en la del Renacimiento. También es un magnífico documento social, fiel reflejo de su época, en conjunto y en detalle.
Esta magna obra, en el aspecto formal, es una parodia de los libros de caballería; como género de novela, por la manera de tratar la realidad, es una novela realista con elementos de naturalismo.
Es, también, una sátira genial tanto de las caducas relaciones feudal-eclesiásticas y absolutistas, como de las burguesas en su estado embrional, de la España de fines del siglo XVI y principios del XVII.

El Príncipe de los Ingenios
En cuanto al aspecto lingüístico, Cervantes fue el creador de la lengua española en su máximo esplendor. Utilizó todos los modos del lenguaje y nunca antes otro escritor había usado tantos recursos con el acierto y superioridad como lo hizo Cervantes, Príncipe de los Ingenios españoles, en su obra maestra.
Cervantes fue rústico en cabreros, cortesano a la italiana en la novela intercalada El curioso impertinente, ampuloso en Doña Dolorida, popular y refranesco en Sancho Panza, arcaico y majestuoso en don Quijote y picaresco en los galeotes.
Supo recorrer todos los tonos de la escala del hermoso idioma español. Creó y estableció el ideal lingüístico que consiste en una lengua clara, elegante, pura y culta sin afectación, y llana, lisa y popular sin vulgaridad.

Primera novela moderna
Cervantes cultivó todos los géneros literarios. Comenzó por el pastoril en su juventud y La Galatea puso en olvido las obras anteriores de su clase.
Fue el primero que noveló en su patria fundando la novela moderna y creando las estupendas Novelas ejemplares, hermanas menores de El Quijote.
Ya en el ocaso de su vida, después de escribir dramas notables y entremeses lindísimos, la emprendió contra los libros caballerescos y compuso una excelente poesía intitulada "El viaje al Parnaso".

La misión de El Quijote
Por lo que toca al contenido, ningún escritor anterior o posterior a Cervantes puso en escena literaria a un protagonista encargado de llevar a cabo la más alta misión humana: la de reestablecer la caballería andante como sinónimo de la Edad de Oro.
Es decir, esta sería "la época feliz de la sociedad humana", donde reinarían la paz, el bienestar, la fraternidad, la igualdad, la verdad y la justicia.
A juicio de Osterc, esa sociedad sería, de facto, el comunismo primitivo restaurado en los tiempos modernos con todos sus avances, y en donde serían "abolidas la propiedad privada, las guerras, la corrupción y las desigualdades sociales".
Este es un ejemplo de como describe don Quijote a tal sociedad: "Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no por que en ellos el oro, que en nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío". "Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes... Todo era paz entonces, todo amistad; no había el fraude, el engaño ni la malicia mezclándose con la verdad y llaneza. La justicia se estaba en sus propios términos, sin que la osasen turbar ni ofender los del favor y los del interés, que tanto ahora la menoscaban y persiguen..."

Los problemas esenciales
Ningún autor, dice Osterc, abarcó en su obra cimera los problemas esenciales que agobian al género humano, desde que se ha dividido en grupos, con sus características inherentes, como la opresión de unas naciones por otras, la explotación de las clases débiles por las poderosas, así como las discriminaciones de toda índole, tanto racial como nacional, lingüística o religiosa.
Asimismo, ningún novelista penetró tan hondamente en dichos problemas, recogiéndolos en un haz y presentándolos por medio de magníficas imágenes artísticas, en su obra no superada hasta la fecha.

Prontuario de filosofía
Muy contados escritores han tenido una existencia tan desdichada pero heroica como el "Manco de Lepanto". Toda su vida fue un rosario de desgracias, contratiempos, incomprensiones, vejaciones y atropellos, postergaciones e injusticias.
Para colmo, Cervantes es el único escritor genial que ha sido desdeñado, menospreciado e ignorado durante largo tiempo en España, en donde tuvo su cuna y sepulcro, no sólo durante su vida, sino también después de su muerte.
Y ello, a pesar de sus enormes méritos por la patria, tanto en los campos de batalla en el Mediterráneo y el Norte de Africa, como en los de la literatura y cultura.
Precisamente, toda esta experiencia vital, tan agitada y amarga, fue la fuente de sus ideas, tan profundamente humanas, y de sus sentimientos, tan generosos y nobles, que nutrieron a El Quijote, verdadero prontuario de sentencias, máximas, consejos y refranes, o dicho de otro modo, venero de filosofía práctica del mundo y de la vida.

La obra mas grandiosa
Por todo lo expuesto anteriormente "considero que El Quijote representa no sólo la obra cumbre de la literatura española, sino, además, la más grandiosa creación literaria de todas las latitudes y de todos los tiempos".
Con su mirada de águila, su poderosa mente y su enorme amor al género humano, Cervantes supo abarcar la humanidad entera con sus antagonismos y eternos conflictos.
Agrega el doctor Osterc, a propósito de la parte esencial de la perceptiva literaria cervantina, que entre las ideas literarias de Cervantes, la preocupación por lo verdadero y lo verosímil ocupa un lugar de suma importancia.
En El Quijote, así lo dice por labios del canónigo, hablando de los libros de caballería: ... tanto la mentira es mejor cuando más parece verdadera (...) Hanse de casar las fábulas mentirosas con el entendimiento de los que las leyeren, escribiéndose de suerte, que facilitando los imposibles, allanando las grandezas, suspendiendo los ánimos, admiren, suspendan y entretengan, al mismo.

La segunda obra más traducida
Ningún novelista ni poeta han sido conscientes de la inmortalidad y universalidad de su obra maestra hasta el grado de haberlas previsto, como las previó Cervantes y lo prueban las siguientes palabras puestas en boca de Sansón Carrasco: "... Y a mí se me trasluce que no ha de haber nación ni lengua donde no se traduzca".
Ninguna creación literaria ha sido traducida a prácticamente todas las lenguas escritas, ni tan profusamente comentada y anotada como El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, pues cuenta con la mayor bibliografía después de la Biblia.

El atrevimiento de Cervantes
Asimismo, asegura Osterc, ningún narrador fue capaz ni se atrevió a escribir una tremenda sátira dirigida contra la sociedad humana, basada en las agudas desigualdades económicas, sociales y clasistas, bajo el disfraz de una parodia de los libros de caballería. Mayor es su mérito, sobre todo, porque en España se vivía una situación de extremo terror y represión política, ejercida por la todopoderosa Inquisición, "una de las más crueles organizaciones eclesiástico-policíacas de la historia".

Las causas verdaderas
Según el mismo connotado cervantista universitario: la lectura de El Quijote proporciona a los lectores una extraordinaria enseñanza, que reside en la revelación de las verdaderas causas de los males que corroen a la sociedad humana y que son: la propiedad privada, las guerras, la corrupción, las profundas desigualdades sociales; así como la opresión de unas naciones por otras, la explotación de las clases pobres por los pudientes y todo tipo "de discriminaciones, ya sean nacionales, religiosas y clasistas".
Al mismo tiempo, el genial escritor esboza a los lectores la solución de la crisis económica, social, política y moral derivada de esos males, con la restauración de una nueva Edad de Oro, "o sea de la sociedad sin clases".

Lúdovik Osterc, doctor en lenguas españolas, imparte clases de filología hispánica en licenciatura y dos cátedras de Cervantes y su obra en el postgrado, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es autor, entre otras obras, de El pensamiento social y político del Quijote (UNAM, 1975 y 1988), disertación que ha revolucionado el cervantismo y alcanzado reconocimiento internacional. Colabora en la revista Anales Cervantinos, publicación de los cervantistas de todo el mundo. Es investigador nacional y miembro de la Asociación de Cervantistas, fundada en Alcalá de Henares en 1988.


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