Leopoldo Zea: 1998, año de encuentro
Anabel Calado Sansano (Universidad de Extremadura)./.
El pensador mexicano Leopoldo Zea participó el verano
pasado en las actividades organizadas por la Universidad de
Extremadura (España) en la ciudad de Jarandilla. Zea
dirigió el curso "El 98 en la conciencia
hispanoamericana". En la entrevista que sigue destaca al fin
del imperio colonial español como fecha propicia para
reencuentro entre pueblos que tienen la misma raíz
popular.
P.-¿Por qué es importante conmemorar el
98?
R.-En el 98 España deja de ser imperio. En ese
momento la América española se reconcilia con la
España que ya no es imperio. Digamos que es el momento
que juntas pueden buscar sus razones comunes y unificarse en
una meta común. He visto que en España el 98 se
ve la idea del desastre simplemente desde la carga que
representó el colonialismo español. Para
nosotros es el momento en que millones de hispanohablantes se
formaron tras el coloniaje y la conquista.
P.- ¿Qué idea de reconciliación ha
planteado el curso?
R.- La reconciliación se planteó ya cuando
se hizo balance del V Centenario del Descubrimiento de
América. Pero hay un momento muy hermoso, cuando dejan
de ser imperio, es entonces cuando nosotros nos consideramos
parte vuestro y ustedes parte de nosotros. Eso se hace
más patente después con la llegada del exilio
español, de la República. Es la llegada de otra
España que completa la integración de las dos
partes de una nación que es única, pero que se
bifurca, una en un continente europeo y otra en el continente
americano.
P.- En su opinión, tiene más motivo para
celebrarse el 92 que el 98 o viceversa?
R.- El 92 es el inicio de lo que se acaba en el 98. Es el
inicio de la conquista y colonización. Hay obviamente
una España que ya conoce la conquista y
colonización -que fue la árabe, la mora-, que
sabe convivir con otras culturas, que no le cuesta trabajo
convivir con las culturas y razas con las que se va a
encontrar y las cuales va a incorporar. Ahora, los hechos de
la conquista son siempre hechos que no siempre el que las
sufre puede enaltecerlas. Esos los niega, y considera poco esa
relación de cultura, de lengua... que llega de
España y que da a muchos pueblos del mundo, que
están en esa región que es América.
P.- Ha existido en Hispanoamérica una Generación
del 98 como la que existió en España?
R.-En América no hay una Generación del 98,
hay un grupo de hispanoamericanos que hablan precisamente del
encuentro, de lo que representa la desaparición de un
imperio, y lo que representa enfrentarse a otro imperio que
está surgiendo y que va a imponerse no solamente en
América, sino a lo largo de la Tierra.
P.- ¿Cómo se celebra en América Latina esta
fecha?
R.- Se están preparando muchas actividades, como
un gran congreso que tendrá lugar en el Cono Sur de
América Latina, otro en Centro América, otro en
Cuba... Debe ser así, debo decirle que esa
nación española e hispanoamericana está
ya metida en Estados Unidos. La segunda lengua que se habla en
Estados Unidos es el español, y creo que también
es parte de mí. Es una lengua de comprensión, de
entendimiento entre los que hablan español.
P.- ¿Dónde quedan entonces la globalización
y la integración?
R.- La globalización de la cultura hispana no es
una globalización imperial, es impuesta por la gente.
Un buen ejemplo es el caso del pueblo español que
protesta en las calles contra la muerte del ciudadano Miguel
Angel Blanco -se refiere al concejal vasco asesinado por la
banda terrorista ETA y a la reacción popular, conocida
en todo el mundo-: millones de españoles, que no eran
masa, sino individuos concretos que querían la
integración, que luchaban por la paz. Aquí la
integración significaba que todos juntos se
reunían para hacer patente su decisión de crear
juntos la nación española, pienso que es una
gran nación más amplia, más global: la
España total que es América Latina.
P.- A modo de conclusión, si tuviera que resaltar una
idea sobre la conmemoración del 98, ¿cuál
sería?
R.- Que hay que verla como un instrumento de
integración de un conjunto de pueblos que tienen la
misma raíz popular.
Leopoldo Zea (México DF 1912) representa a una
de las figuras más importantes en el pensamiento
latinoamericano de nuestro siglo, como queda demostrado
palmariamente por un reconocimiento internacional traducido,
entre otros hechos por distinciones como los doctorados
"Honoris Causa" por las Universidades de París X,
Moscú, Montevideo, Nacional de Cuyo, Santiago de Chile
y la Academia de Ciencias de Rusia de Cuyo; la orden de Orden
Alfonso X en España, la Gran Orden de la Bandera
Yugoslava o la Gran oficial de la Orden Al mérito de la
República Italiana.