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Diálogo Iberoamericano

Núm. 10 / julio-agosto 1997. Pág. 27

En defensa de la selva peruana

Comunicación (Universidad N. de San Martín). / En el año de la reforestación y los 100 millones de árboles en el Perú, la Universidad Nacional de San Martín (Tarapoto) se ha propuesto ampliar sus acciones de proyección social y desarrollo humano sostenido en la Amazonía peruana con el propósito de preservar su ecosistema que alberga una gran diversidad biológica. Con el apoyo de su rector, Dr. Marco Gálvez Díaz, la Universidad actualmente ejecuta los proyectos de Biodiversidad, Controladores Biológicos de plagas e insectos y mejoramiento de la gestión en ecosistemas protegidos y unidades de producción agroecológicas

Convenio Agroforestal: 5 millones de plantones
Con el propósito de promover la agroecología y la industria alimentaria orgánica, verde o limpia, la Universidad suscribió un convenio con la Dirección Regional Agraria-San Martín para instalar y conducir viveros y plantaciones definitivas por más de 5 millones de plantones en cooperación con los productores agrarios organizados de la zona. Las especies programadas incluyen frutales nativos como marañón, mango, cítricos, paltos, arazá, café, palmito; así como especies forestales de rápido período vegetativo y utilitario para su posterior manejo como utilización de taninos y especies medicinales.
A 20 km. de la ciudad de Tarapoto en la margen derecha de la carretera Tarapoto-Yurimaguas a una altitud de 920 m.s.n.m., en las faldas de la cadena montañosa Cerro Escalera, se desarrolla el Proyecto Biodiversidad.
El ecosistema de la zona donde se realiza el Proyecto, se caracteriza por su clima sub húmedo, con promedios anuales de temperatura de 21.4( C, precipitaciones de 1415 mm., una humedad relativa de 87.6%, ecológicamente está clasificada como bosque húmedo tropical (bh-T) según el sistema Holdrige.
Una de las principales preocupaciones de los investigadores es recuperar las especies en extinción, para cuya labor se están formando siete grandes ambientes zoocriaderos donde se están albergando diferentes especímenes de la fauna silvestre, entre aves, mamíferos, reptiles y otros. Igualmente se ha considerado un arboretum para la tarea de recuperar y preservar árboles semilleros para acciones de repoblamiento y prácticas de identificación e investigación forestal, así como también ambientes para un albergue ecoturístico y un vivero para producción de orquídeas y hongos comestibles.


Analizan la recuperación de los bosques puertorriqueños

Odalys Rivera (Universidad de Puerto Rico). / El doctor T. Mitchell Aide, del Departamento de Biología del Recinto del Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, conduce un estudio que ausculta la capacidad de recuperación de los bosques que han sido intervenidos en el pasado por diversas actividades agrícolas. El profesor ha seguido con particular interés los cambios que se han producido en plantas y animales que comenzaron a poblar las abandonadas plantaciones de café, caña de azúcar y pastos.
El científico informó que una de las principales causas de deforestación en los trópicos es la creación de pastos para el ganado. Para el 1899, el 55 por ciento de los terrenos de la isla eran pastizales, según datos de la Oficina del Censo. Cuarenta años después, la intensificación de la agricultura y la proliferación de pastos para el ganado habían dejado a la isla con apenas un seis por ciento de bosques intactos.
La caña de azúcar dominaba las planicies, y el café y el tabaco hacían lo propio en las montañas junto con los pastos para el ganado. Sin embargo, la transformación que llevó a la isla de una sociedad agraria a una industrial a partir del 1940, permitió una notable recuperación de estos ecosistemas, que para el 1985 configuraron el 35 por ciento de los terrenos de la isla. Mitchell observó, no obstantes, que en los últimos diez años estos números han ido en picada nuevamente debido al intenso uso de la tierra para la construcción de centros comerciales, urbanizaciones y carreteras.
El trabajo de Mitchell implica una esperanza para las áreas abandonadas aún no intervenidas por proyectos de construcción. El investigador ha efectuado estudios en los bosques de Carite, Río Abajo y el Yunque. La investigación en este último bosque,realizada junto al doctor Jess K. Zimmerman, comparó unos 23 pastizales entre diez y sesenta años de abandono con unos siete lugares cubiertos de vegetación por más de 60 años.
De este primer estudio,publicado en abril del 96, se desprende que en 40 años los bosques intervenidos muestran características similares a los que nunca han tenido ninguna intervención. El trabajo apunta, no obstante, que se requerirán cientos de años para que estos sitios logren una composición de especies similares a la original.
Los profesores observaron una notable recuperación en cuanto a densidad y número de especies en el área intervenida. Sin embargo, la composición de las especies varió. Mitchell indicó que esta peculiaridad podría relacionarse con la forma en que se dispersa la semilla. esta información resulta valiosa pues establece que hay especies que necesitarían sembrarse para asegurar su presencia en un nuevo bosque. Otro factor que impide que la reforestación avance es la existencia de cierto tipo de pasto que no permite que las semillas que dispersan las aves o el viento llegue al terreno. Los resultados de este primer estudio serán puestos en práctica en proyectos de reforestación en República Dominicana y Puerto Rico.


Abono orgánico en el cultivo del tomate

A través del programa "Municipio siglo XXI: por un desarrollo humano sostenible", la Universidad de Panamá, a través de sus Centros Regionales de Azuero y Los Santos, ha puesto en marcha un proyecto para identificar los recursos y potencialidades locales para ejecutar proyectos integrados que apunten hacia el desarrollo sostenible.
Los distritos de las Minas y Pocrí han sido identificados entre los de mayor pobreza en las Provincias de Herrera y Los Santos. Estos distritos presentan suelos de baja fertilidad y bajo rendimiento de los cultivos, lo que se manifiesta en niveles socioeconómicos deficientes. Como antecedentes, el MIDA ha incentivado en estos lugares la preparación de abono orgánico, en especial "el compost".
Sin embargo, los productores no mostraron ningún tipo de interés por adoptar la tecnología en sus cultivos, debido en gran parte a que no se les mostraron, mediante parcelas demostrativas, los verdaderos beneficios del uso del abono orgánico. La incidencia del método de cultivo con abono orgánico en el mejoramiento socioeconómico de los habitantes se verá reflejado en una mayor utilización de la mano de obra local en la preparación de los abonos propuestos, al igual que se dará una disminución en los costos de fertilización de los cultivos de tomate.
En cuanto al mejoramiento ambiental, el reemplazo del fertilizante químico por el orgánico garantiza ya una mejor calidad de los productos obtenidos y de la salud en general. ---Fuente: Revista "La Universidad" (U.Panamá)


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