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Diálogo Iberoamericano

Núm. 9 / mayo-junio 1997. Pág. 3

I Congreso Internacional de Lengua Española en Zacatecas

El presidente mexicano Ernesto Zedillo y los Reyes de España inauguraron el I Congreso Internacional de la Lengua Española, que se ha celebró el pasado mes de abril en la ciudad mejicana de Zacatecas. Durante cinco días participaron en el encuentro un centenar de escritores, académicos, periodistas, editores, lingüistas, empresarios y técnicos en telecomunicaciones, buscando soluciones comunes para lograr un desarrollo armónico de la lengua española como vehículo de comunicación, acorde con su dimensión histórica, cultural y geográfica. Asimismo, el Congreso ha tratado de propiciar el diálogo entre estudiosos y comunicadores para el enriquecimiento, difusión y permanencia de nuestro idioma.

Virginia Aceituno. Redacción. / La Secretaría de Educación Pública de Méjico y el Instituto Cervantes (España) organizaron el I Congreso Internacional de la Lengua Española, encuentro al que han asistido, entre otros, los tres premios Nobel de Literatura de habla española vivos: Octavio Paz, Gabriel García Márquez y Camilo José Cela.
Las ponencias se articularon en torno a seis grandes áreas: "el libro", "la prensa", "la radio", "la televisión", "el cine" y "las nuevas tecnologías". Paralelamente se celebraron mesas redondas, donde se debatieron temas como "Las Academias de la Lengua y los medios de comunicación", "La dimensión internacional de la lengua española", "El índice de mexicanismos", "La lengua española en la formación del periodista", "La democratización de la radio y el poder del lenguaje", "El guión cinematográfico" y "Televisión, lengua y globalizaciones".
Actualmente, existen en el mundo más de veinte mil publicaciones periódicas en español, a las que hay que añadir incontables emisoras de radio, televisión y otras empresas audiovisuales. El español es la lengua oficial de veintiún países que en la actualidad suman más de 345 millones de habitantes. A ellos se deben añadir otros casi treinta millones de hispanohablantes que residen en Estados Unidos y Filipinas. El español se convierte de este modo, en la cuarta lengua más hablada en el mundo, tras el chino, el inglés y el hindi.
A pesar de la patente importancia del español, España ha carecido tradicionalmente de una política lingüística definida, han sido el resto de los países hispanoparlantes los que más han hecho por la extensión y la defensa de la lengua en el mundo, de hecho, nunca hubo elementos coactivos en la castellanización de América. Ahora los problemas son de otra índole: la globalización, el cosmopolitismo lingüístico, el impacto audiovisual y las nuevas tecnologías. Los nuevos problemas requieren nuevos posicionamientos y el I Congreso de la Lengua Española constituye un primer paso hacia el tratamiento de las nuevas exigencias de la lengua.
El presidente mejicano, Ernesto Zedillo, destacó en el acto de inauguración que ahora se cumplen 450 años del nacimiento de Miguel de Cervantes y afirmó que el español es la lengua de casi 400 millones de personas: "el español es la lengua de nuestra unidad nacional y la lengua de nuestras libertades". Zedillo apeló a la responsabilidad de todos los participantes para defender la unidad básica de la lengua y de promover el respeto por sus variantes regionales y nacionales.
Por su parte, el Rey Juan Carlos I de España, afirmó en el mismo acto que los medios de comunicación son una de las principales fuentes de renovación del idioma y por ello, una de sus principales metas debe ser el cuidado de la lengua: "la lengua española es el gran vínculo de unión entre los pueblos de Iberoamérica, por lo que su preservación es responsabilidad de todos los miembros de la comunidad".
Premios Nobel
Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura 1982, afirmó que la humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras, motivo por el que la lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras, "no por su prepotencia económica sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión".
Camilo José Cela, Nobel de Literatura 1989, quiso hacer hincapié en el futuro de nuestro idioma, asegurando que "la lengua es la más rentable de todas las inversiones".
El Nobel de Literatura de 1990, Octavio Paz, tuvo que intervenir en el Congreso a través de una videoconferencia, ya que no pudo desplazarse a Zacatecas por motivos de salud. Gracias a las nuevas tecnologías Octavio Paz, pudo transmitir a los asistentes al Congreso su sentimiento de unidad gracias a la lengua: "estamos unidos por la lengua a una tierra y a un tiempo. Somos historia".
Ortografía y polémica
Con García Márquez llegaron las frases de la discordia (anexo), cuando propuso jubilar a la ortografía porque traía "el terror al ser humano desde la cuna". La práctica totalidad de los lingüistas y gramáticos se tomaron a broma la propuesta de García Márquez, pero la iniciativa también tuvo sus seguidores. Raúl Avila Sánchez, investigador del Colegio de Méjico, aprovechó la brecha abierta para afirmar que "la ortografía es una forma de control social". Lo más antidemocrático para Avila es la ortografía porque "la decide un cuerpo colegiado, sin más, a partir de una versión que no corresponde con lo que muchos pensamos".
Víctor García de la Concha, secretario perpetuo de la Real Academia de la Lengua Española, se tomó a broma las propuesta de "Gabo" ya que "la unidad ortográfica es la mayor riqueza de nuestra lengua y se ha conseguido en parte gracias al esfuerzo de los hispanoamericanos". Gregorio Salvador (Real Academia Española) llegó más allá y declaró que el fin de la ortografía supondría el final de la unidad lingüística. "El portugués y el brasileño se están alejando a grandes pasos por la falta de unidad ortográfica".
Academias y medios de comunicación
Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo Prisa, y el director de ABC, Luis María Ansón, abogaron por una colaboración entre academias y medios de comunicación que refuerce la unidad del idioma. Cebrián destacó que lo que se conoce como español neutro es producto de los deseos de Hollywood de generar una oferta unitaria, un mercado único del español para sus producciones. A la hora de doblar las películas al castellano, elaboraron en laboratorio un idioma con normas gramaticales concretas y un índice de palabras inconvenientes que se quería fuera aceptado comúnmente en Méjico, Argentina, Chile o España. No hay ninguna comunidad hispanohablante que se pueda reconocer en él. Paradójicamente se trata de un intento de unidad del idioma ejercido establecido por el mercado de un país que entonces no tenía la presión hispanoparlante que Estados Unidos tiene hoy en la actualidad.
Cebrián afirmó que "los medios de comunicación nos sentimos a veces, el ombligo del mundo y no tenemos el respeto debido a la autoridad de la lengua. Tenemos que ser humildes y respetuosos con las normas" y pidió la publicación de un diccionario de topónimos, patronímicos y gentilicios no castellanos, que unifique su expresión en español, así como la creación de un léxico común que pueda ser aceptado por numerosos diarios de muchos países.
Por su parte el director del diario español ABC, Luis María Ansón, propuso la creación de un organismo bajo el control de la Real Academia Española y las Academias hispanoamericanas, integrado por lingüistas y filólogos expertos, al que los medios de comunicación puedan consultar de forma inmediata sobre la aparición de nuevas palabras y la traducción de términos técnicos, haciendo frente de este modo, al colonialismo lingüístico.
Español y tecnología
En el mundo de la ciencia y la tecnología el español no está cumpliendo satisfactoriamente su principal misión: dar nombre a las cosas. Este problema fue planteado por ángel Martín Municio, presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas y vicedirector de la Real Academia Española, quien presentó a la comunidad científica hispanohablante, la tercera edición de "Vocabulario, científico y técnico". La obra contiene las versiones español-inglés, inglés-español y su uso se hace especialmente interesante para los medios de comunicación.
Martín Municio aseguró que una de las mayores asignaturas pendientes del español es el lenguaje científico-técnico. Los términos nuevos no se crean en el lenguaje popular, sino en el de la ciencia. Cada año aparecen decenas de miles de nuevas creaciones a las que hay que dar nombre, y eso es algo que no está cumpliendo satisfactoriamente el español. "Para que tengamos una unidad terminológica en los países de habla española se necesita una política lingüística" y que no esté penalizado, como lo está en nuestros países el uso del español en la creación científica, afirmó Municio.
Medios audiovisuales
Jacobo Zabludovsky, presidente ejecutivo para Asuntos Informativos de Televisa y director del noticiero "Veinticuatro horas", intervino en Zacatecas para hacer un llamamiento a las Academias hispanoamericanas y española, para que admitan en estas instituciones a representantes de los medios audiovisuales y cuiden la pureza del idioma.
Zabludovsky indicó que "los periodistas deben entrar en los estudios de televisión como quien entra en los templos". Hoy el idioma se transmite también vía satélite y se plantea como obligación impedir que este invento magnifique los barbarismos o diluya y borre la pureza y la belleza arcaica del idioma antiguo. "Es deber de nosotros hacer del satélite un instrumento que no vaya contra el de Guttenberg, sino que contribuya a multiplicar sus efectos", destacó.

García Márquez. Discurso de la polémica

La polémica estuvo servida de la mano de las palabras de García Márquez, con una propuesta que definió como sigue:

"Nuestra contribución no debería ser la de meter la lengua en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y "devuélvamos" al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre son una? Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que les lleguen al dios de las palabras".


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