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* Investigadores cordobeses aislan más de 150 genes de la fresa


La obtención de plantas transgénicas de la fresa (frutilla), con frutos mejorados, está a punto de ser realidad gracias a los trabajos que actualmente llevan a cabo investigadores del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Córdoba, en colaboración con grupos de investigación de la Universidad de Málaga y del CIFA de esta última capital. Los especialistas cordobeses llevan aislados más de 150 genes de la fresa. Este grupo de investigadores, junto con otro escocés y un tercero chileno, tiene previsto trabajar en breve en un proyecto sobre genes de defensa contra plagas en las fresas.


Carlos Miraz. Universidad de Córdoba (Esp.)./ La investigación tiene especial trascendencia por cuanto supone para uno de los cultivos más importantes de Andalucía. Especialmente si tenemos en cuenta que de los dos millones de toneladas de fresas que anualmente se producen en el mundo el 10 por ciento son aportadas por España, sólo superada en este cultivo por los Estados Unidos donde se produce el 22 por ciento del total. Pues bien, más del 90 por ciento de la producción nacional de fresa se concentra en la provincia de Huelva, cuyo Ayuntamiento de Cartaya ha firmado recientemente un acuerdo marco de colaboración científica, técnica y cultural con la Universidad cordobesa con el fin de potenciar estas investigaciones e incorporar sus resultados a los procesos productivos.
En los trabajos de mejora biotecnológica del fresón de Huelva participa un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba constituido por los doctores, Moyano Cañete, Caballero Repullo, Muñoz Blanco y Cárdenas Torres, así como por los becarios de investigación, Medina Escobar, Benítez Burraco, Blanco Portales y Pedraza López y por Fernando Pliego Alfaro y José Manuel López Aranda de los centros malagueños citados. La investigación es una buena muestra de la llamada agricultura biotecnológica, resultado de aplicar las técnicas de Biología Molecular e Ingeniería Genética a las plantas. Con ellas se pueden modificar de forma concreta y beneficiosa las características de las plantas de interés agronómico para adaptarlas y hacerlas más adecuadas a las características medio ambientales y agrícolas de las zonas de cultivo, así como a las necesidades de la industria y el mercado.
Asimismo, este grupo de investigadores, junto con otros dos de Escocia y Chile, han solicitado un proyecto INCO de la Unión Europea para trabajar sobre genes de defensa contra plagas en las fresas.
Objeto de la investigación
Básicamente esta modificación biotecnológica consiste en la modificación singular de la expresión de un gen de la misma planta o en la introducción de genes ajenos para conseguir la aparición de una ventaja agronómica (mayor resistencia a una condición adversa, mayor tamaño, diferencias de sabor etc...). En la actualidad ya existe un gran número de plantas de interés agrícola que han sido modificadas con el objetivo de obtener otras con mejores características agronómicas y comerciales. Así, por ejemplo, por citar un cultivo conocido, en el caso del tomate están patentadas y se comercializan variedades resistentes a virus (Monsanto, Agroseed) o a plagas (Monsanto, GibaGeigy...), de maduración regulada (USDA/Plant Gene), mejorados en dureza y con mayor facilidad de transporte (Calgene) o con mayor contenido de pectinas (Zeneca), pero pueden encontrarse otros muchos ejemplos en la patata, el melón, la banana...
La mayor parte de estas nuevas variedades se encuentran, como puede observarse, bajo la patente de compañías multinacionales, lo que habla elocuentemente del interés de la agricultura biotecnológica. En general los esfuerzos de los investigadores se dirigen fundamentalmente hacia cuatro clases de objetivos: obtener variedades resistentes a condiciones climáticas adversas, enfermedades y plagas, retardar la maduración de los frutos, obtener variedades de alto valor nutritivo y producir fármacos mas efectivos.
Volviendo al ejemplo anterior, hay una determinada variedad de tomates transgénicos, que actualmente ya se comercializa en los Estados Unidos, más resistente al resquebrajamiento y al daño mecánico que los de variedades no transgénicas, lo que supone una enorme ventaja a la hora de su recolección, transporte y almacenamiento. Esa misma variedad también incorpora la ventaja de que no necesita ser recolectada hasta que no se encuentra en sus últimos estadios de maduración, que es cuando el sabor y otras propiedades organolépticas de los tomates son mejores. Igualmente presenta mayor viscosidad y contenido de sólidos lo que ha dado pie a la obtención y comercialización de una nueva pasta de tomate.
En el caso de los investigadores cordobeses sus trabajos sobre las fresas se remontan a 1995, cuando iniciaron un proyecto subvencionado por la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (España) denominado "Bases Moleculares de la maduración del fruto de fresa", del que fue coordinador e investigador principal, hasta su reciente fallecimiento, el catedrático de Bioquímica Jacobo Cárdenas Torres y que actualmente dirige el profesor titular de Bioquímica y Biología Molecular Juan Muñoz Blanco. Producto de su trabajo es la obtención de una serie de clones con amplias posibilidades de aplicación biotecnológica.
Función de los genes identificados
Así, por ejemplo, uno de ellos presenta homología con una proteína de choque térmico de bajo peso molecular. Las proteínas de choque térmico constituyen una familia, de función desconocida, particularmente abundantes en las plantas, que se relacionan con el desarrollo de los tejidos y la adaptación de los mismos a temperaturas elevadas. Ello lleva a los investigadores a pensar en la posible utilización de la parte promotora de dicho gen para regular procesos mediados por otros, simplemente a través de la aplicación de un choque térmico. Dicho de otra manera: si utilizamos su promotor para silenciar genes que disparan la maduración se podrían conseguir fresas que maduraran sólo a bajas temperaturas (posibilidad interesante cara al cultivo en invernaderos) o disminuir, también por silenciamiento de genes, procesos indeseados en fresas madurando en el campo.
Otros genes identificados se relacionan, por ejemplo, con la regulación azúcar-alcohol manitol, o con la degradación de las paredes celulares que se produce durante la maduración de la fresa y que conduce al reblandecimiento del fruto, lo que tiene interés a la hora de adaptación de la planta a terrenos salinos, en el primer caso, y a la de obtener frutos más duros y resistentes a recolección, transporte y almacenamiento en el segundo. Y así hasta los mas de 150 genes, ya aislados, de los que quedan por secuenciar e identificar unos 75.
Todo ello da fe de las amplias posibilidades biotecnológicas de conseguir una gran variedad de frutos de fresa que pueda ser utilizado comercial e industrialmente y habla de la importancia de trabajar en estrecha relación con las asociaciones de productores de fresa para conocer con precisión las necesidades y problemática del sector en cuanto a estas cuestiones se refiere.
Investigación y desarrollo
En este sentido hay que destacar la iniciativa del Ayuntamiento de Cartaya, con el apoyo de organizaciones agrarias, empresas y profesionales del sector, para establecer diversos acuerdos con entidades, universidades y centros de investigación, con el fin de estar presentes en diversos programas y planes de investigación y articular un sistema de I+D con tres objetivos prioritarios. El primero de ellos es la mejora genética dirigida a la obtención de la "fresa onubense" concebida como una variedad que responda a la realidad climática y agronómica de la zona y especialmente a sus grados de humedad y calor, ajustándose en su calidad comercial a las demandas del consumidor europeo. El segundo una producción integrada de fresas y cítricos y el tercero avanzar en los procesos de industrialización y comercialización de fresas con el objetivo de aprovechar los excedentes, de forma que sólo se puedan comercializar en fresco fresas de calidad. Para ello se trabaja, al mismo tiempo, en la puesta en marcha de un Centro de Innovación y Tecnología para la Fresa y el Cítrico en Malatao (Huelva).
La fresa onubense busca, pues, una parte importante de su definición en los laboratorios universitarios cordobeses. Si los objetivos se consiguen habrá un "oro rojo" genuinamente andaluz.
Referencia: pedir a miraz que complete...
E-Mail: bb1mublj@uco.es


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