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Tractor cutáneo externo:
alternativa para estirar la piel

La expansión de la piel ya fue realizada hace aproximadamente 500-600 años de nuestra era. La capacidad hormonal, tensional, metabólica de la piel permite tal manipulación. Con el objeto de corregir deformidades cutáneas, un equipo de investigación dirigido por el cirujano plástico ecuatoriano Dr. Fausto Ríos Llerena, desarrolla un método de expansión de la piel utilizando un tractor externo. La investigación experimental se realizó con 60 cobayos, luego, en 15 pacientes con buenos resultados.
Fernando Pico. Unv. Central del Ecuador. / El primer relato clínico utilizando un expansor para estirar la piel fue descrito por Newman en 1957. Pasyk y Cols (Universidad de Michigan) encontraron, en 1982, ciertos cambios histopatológicos con el uso de la microscopía electrónica, producto del uso del expansor en cobayos. Muchas investigaciones innovaron expansores y técnicas, y sin duda, aportaron valiosos conocimientos sobre el estiramiento cutáneo.
Problemas de pérdida de piel por quemaduras, heridas, tumoraciones, se tratan de dentro hacia afuera, utilizando el expansor tisular, que consiste en una envoltura de silicón inflamable con un tubo conectado a una válvula, donde se aplican las inyecciones periódicas de solución salina, hasta obtener la expansión deseada. El expansor se introduce por una incisión pequeña y distante al sitio a expandir, disecando inicialmente un túnel y después una cavidad del tamaño de la bolsa para evitar su desplazamiento. Esta intervención presenta inconvenientes como rechazo, necrosis, dolor, infección e inflamación.

Importancia de la investigación
En forma inversa a como se han venido tratando estos problemas cutáneos, y luego de varios años de estudiar el estiramiento de la piel, su forma de uso, así como realizar ensayos y experimentos, el Dr. Fausto Ríos Llerena, profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central del Ecuador, desarrolló la investigación "Estiramiento de la Piel Mediante Dispositivo de Tracción Externa. Tractor Cutáneo".
De lo que se trata es de estirar la piel sin lesionarla, utilizando un tractor cutáneo externo liviano (con unos 2 kilogramos de presión) para recuperar zonas afectadas, previo a la intervención quirúrgica. Fallas y errores iniciales se han ido superando, diseñándose tractores de madera, metal, fibra de vidrio, sin embargo, cada vez se perfecciona el dispositivo más adecuado. Actualmente se ensaya un modelo hecho exclusivamente de plástico para aplicarlo a zonas cutáneas delicadas.
El tractor externo consta de dos clamps, un tornillo central y otro regulable, al aplicar presión sostiene la piel al tiempo de expandirla. Los resultados se obtienen siempre que la piel tenga elasticidad, todas las personas no tienen la misma flexibilidad cutánea.
Al intervenir con el expansor tisular se utilizan silicones (polímeros sintéticos) debajo de la piel, luego se introduce suero fisiológico, solución salina, hasta expandir y obtener la piel necesaria para la operación; en este caso se realizan dos intervenciones quirúrgicas, y la recuperación del paciente demanda mayor tiempo.
Con el tractor cutáneo se interviene quirúrgicamente una sola vez, luego de haber obtenido la piel para la respectiva reconstrucción, ahorrándose así una segunda intervención. En el caso que en el paciente no se obtengan los resultados esperados, simplemente no se interviene, así no se ha causado lesión alguna. Por otro lado, los resultados (piel necesaria para intervención) es posible en el plazo de 30 días.
Otra ventaja del tractor cutáneo en relación con el expansor de silicones es el precio, mientras el costo del primero está entre 15-20 dólares, el segundo cuesta entre 600-1.000 dólares, precio alto para un paciente de escasos recursos del medio (Ecuador).
Se debe destacar que se obtuvieron resultados positivos aplicando enzimas naturales en los pacientes, igual que papaína en el ensayo con cobayos.

Aspecto experimental
Inicialmente el tractor cutáneo se aplicó a 60 cobayos (Covis Porcellus) del género hystricomorfes, variedades y cepas puras. Se dividió aleatoriamente a los cobayos en grupos de tres, uno de ellos fue utilizado como control (testigo), a un segundo cobayo se colocó solo el tractor cutáneo, y en el tercero se utilizó tractor cutáneo y enzimas. El proceso experimental fue de 28 días, tras los cuales se observó en el Cobayo con Tractor Cutáneo y Enzima incremento acelerado y mayor de la extensión cutánea en comparación con el anterior.
Hasta el momento se ha intervenido quirúrgicamente a 15 pacientes, provenientes de consulta privada de los servicios del Hospital "Carlos Andrade Marín" (Seguro Social), con resultados satisfactorios.
El tractor es de fácil aplicación, lo cual permite que el paciente lo maneje personalmente. El tratamiento se inicia con sesiones de aplicación del tractor cutáneo por 15 minutos (antes de ir a dormir), progresivamente se incrementa entre 5-10 minutos cada día hasta completar 1 hora. El Dr. Ríos señala que al aplicar el tractor a la piel se consigue una "mordida fisiológica", que no causa lesión a la piel y tiene buen aporte circulatorio; la piel se adapta y permite mayor tracción, logrando introducir cada vez más el clamp. Se ha podido obtener hasta 4 centímetros de piel para la intervención quirúrgica.
Al paciente se aconseja realizar masajes especiales de la zona tratada, en dirección que favorezca la gravedad, así como el uso de crema que permita el estiramiento cutáneo. Es importante una dieta especial basada en vitaminas C, A y B, igual que evitar la exposición solar, alcohol y cigarrillo.
Así, es de importancia la investigación desarrollada sobre este aparato mecánico externo, que conjuntamente con una metodología de masajes, vitaminas y la aplicación de enzimas a nivel de epidermis, es posible obtener una cantidad apreciable de piel para la reconstrucción de los tejidos afectados.
El Dr. Ríos Llerena anota que entorno al uso del expansor de silicones, por los problemas que surgen de su aplicación (probables efectos cancerígenos), se ha planteado el debate en reuniones, congresos donde los productores defienden este producto, igual que los médicos defienden el aspecto económico y no el científico. "Se dan discusiones bizantinas en el que cada cual ya no piensa en beneficio social, sino en los costos que va a perder. De hecho, este es un mensaje para los países subdesarrollados para abaratar costos, ante lo cual estamos señalando un camino; claro que este camino no le gusta seguir a la gente que quiere hacer dinero, porque no es una vía para aumentar la cuenta corriente, sino para mejorar los sentimientos de una persona que quiere servir".

Referencia: Universidad Central del Ecuador. Coordinación General de Investigación. Dr. Fausto Ríos Llerena. Correo Electrónico proyecto@ciuc.ecx.ec. FAX 59-32-501207.


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