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Calvo Hernando: "la ciencia es parte de la cultura, periodistas y científicos tienen el deber de ofrecer información científica de calidad"

Cuarenta años dedicados al periodismo científico. El actual Presidente de la Asociación Iberoamericana de Periodismo Científico (AIPC), Manuel Calvo Hernando, representa, junto al venezolano Aristides Bastidas, a la figura del pionero de la información científica en nuestro ámbito cultural Empeñado en la larga tarea de "hablar de conceptos difíciles con palabras sencillas" y de acercar al gran público el mundo de la ciencia.
Antonio Marín. Unv. Granada. / La noticia de EFE hablaba de un Congreso en Ginebra, sobre uso pacífico de la energía atómica, todavía rodeada de todo el misterio, diez años después de Hiroshima. Manuel Calvo Hernando se dirige al director de su medio, el diario YA, de Madrid, y pide asistir al Congreso de Suiza. ¡La sorpresa!: el primer día recibe un amplísimo dossier de información, ya dispuesta para su divulgación, en esos momentos, confiesa, "¡eran tres kilos de papel!, me creí Cristobal Colón". Ante los ojos del joven periodista se abre un nuevo universo de la comunicación: el periodismo científico.
Desde 1955 hasta hoy, Manuel Calvo Hernando no ha dejado de vivir ni un día su pasión por la difusión de la investigación científica y tecnológica. Más de cuarenta años de trabajo en diarios, agencias de información, televisión, centros de investigación en España y en universidades de la práctica totalidad de los estados iberoamericanos. Intensa labor que le ha hecho acreedor, entre otras distinciones, de la encomienda del Mérito Civil de la Orden de Alfonso X el Sabio, de España, o de la Banda de Honor de la Orden Andrés Bello, de Venezuela.
Autor de obras sobre temas científicos como "Teoría e técnica do jornalismo científico", "Periodismo científico", "Civilización tecnológica e información", "Introducción a la tecnología", "El futuro del espacio", etc. Trabaja en la actualidad en dos nuevos títulos "Manual de periodismo científico" (Ed. Bosh, de Barcelona) y "La cara humana de la ciencia", premiado por la Casa de la Ciencia de La Coruña. Actualmente, además, imparte docencia en los estudios de Ciencias de la Información de la Universidad San Pablo CEU (Madrid) y es asiduo conferenciante en cursos, master y seminarios científicos celebrados en los estados iberoamericanos.
Calvo Hernando nos recibe en su casa, siempre seguro del valor de su labor, siempre dispuesto a echar una mano: mesa enorme y funcional, computadora, estanterías abarrotadas, fotos de tantos compañeros y de sus hijos, también periodistas. Durante la conversación echa mano de documentos y documentos, hombre de letras no duda en demostrar "científicamente" cada afirmación, cada opinión.

¿Cuál es el origen de la Asociación Iberoamericana de Periodismo científico (AIPC)?
La AIPC nace en 1969. Fue una idea que tuvimos Aristides Bastidas y yo, cuando nos conocimos en un Congreso que se celebraba en Medellín, descubrimos que nuestra preocupación y nuestra dedicación a la divulgación de los conocimientos científico- técnicos eran similares. Bastidas, fallecido en septiembre de 1992, era una persona muy especial, un autodidacta que desde su ideología comunista y unas circunstancias personales muy difíciles -iba en silla de ruedas, era ciego, estaba traqueotomizado- supo luchar por sus ideales hasta superar todas las barreras y conseguir crear escuela como periodista científico, y ser reconocido hasta el extremo de recibir el doctorado "honoris causa" por varias universidades.
¿Qué actividades ha desarrollado la AIPC durante estos años?
La actividad más importante ha girado en torno a los congresos que hasta ahora hemos realizado (ver texto en páginas interiores) y a la extensión de la Asociación. En estos momentos es una especie de federación de las asociaciones nacionales, ya creadas en la práctica totalidad de los estados iberoamericanos. Hasta ahora hemos publicado las actas de los congresos celebrados, algo muy importante si consideramos la amplitud de nuestro ámbito y la falta de bibliografía sobre la materia.
Con todo esto, creo que la labor fundamental de la AIPC ha sido contribuir a crear ambiente de divulgación de la ciencia y de la tecnología en toda Iberoamérica.
¿Por qué es importante el periodismo científico?
La ciencia es parte de la cultura humana. Algunos científicos todavía sonríen escépticos cuando se les habla de divulgación, sin embargo, es la sociedad que financia su investigación la que desea y tiene derecho a conocer los productos de la ciencia. La sociedad conforma la opinión pública y una opinión pública favorable a un cierto tipo de investigación significa que se podrán obtener más recursos para la ciencia. Son cada vez más los científicos que saben esto y no dudan en aparecer en la prensa cuando es necesario, de otra parte, esta certeza está también en los órganos gestores de la investigación que, en casos como Francia, valoran, a la hora de obtener fondos, que los científicos y grupos de investigación contribuyan a la difusión pública de sus trabajos.
¿Qué diferencia observa entre el periodismo científico en Europa y EE.UU. y en Iberoamérica?
La problemática del periodismo científico en Europa y Estados Unidos es distinta a la de Iberoamérica. Los profesionales iberoamericanos tienen más dificultades para prepararse y para acceder a la ciencia que los europeos y los norteamericanos. Sucede, además, que los científicos iberoamericanos están menos motivados para colaborar con los medios de comunicación. Sin embargo, y como contrapartida, el interés en las Universidades, en las Asociaciones de Periodismo y en algunos medios de comunicación es enorme, creciente, por el periodismo científico como instrumento educativo.
De otra parte, hemos de reconocer que en nuestro ámbito nos falta ciencia, investigación de calidad, producto de necesarias inversiones. Si bien es cierto que, en muchas ocasiones, es preciso difundir información sobre la ciencia de calidad que se está produciendo en nuestras universidades y que no se refleja suficientemente en los medios de comunicación.
¿Cree que los medios de comunicación dedican suficiente atención a la información científica?
Llegamos tarde, hay que tener en cuenta que el New York Times tenía ya en 1920 a dos redactores dedicados a la divulgación científica. En las sociedades iberoamericanas hay de todo un poco, y aunque se percibe un creciente interés por los temas científicos hay todavía resistencias conservadoras en muchos medios de comunicación, afortunadamente, cada vez menos. Y es que hay un hecho evidente, la ciencia vende. Las nuevas generaciones están mejor formadas y piden una información de más calidad, más rigurosa y que aborde todo aquello que la rodea y ¿qué nos envuelve sino ciencia y tecnología?


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