Cinco congresos iberoamericanos: Historia
de un cambio vertiginoso
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Alberto M. Arruti. Unv. S. Pablo CEU (Madrid). / Con
motivo de cumplir la Asociación Española de
Periodismo Científico sus primeros 25 años (1995),
parece oportuno recordar, al tiempo que reflexionar, sobre los
cinco congresos iberoamericanos en los que la Asociación
participó. La relación entre ciencia y sociedad se
hace cada vez más necesaria e imprescindible, y el cauce
normal de esa relación no puede ser otro que los medios
de comunicación.
La ciencia, como tantas cosas en nuestra época,
está sometida a un vertiginoso cambio. Cada día se
hace más extensa, más difícil, al tiempo que
más impopular para el profano. Por otra parte, la
tecnología, que no es nada más que una hija o una
consecuencia del desarrollo de la ciencia, invade nuestras vidas
y contribuye, de forma poderosa, a hacer efectivo ese cambio, esa
mutación profunda, que se vislumbra por todas partes y que
nos hace pensar que nos encontramos en las postrimerías
de una época.
Como ha sucedido siempre en situaciones análogas, se
intuye, de forma más o menos clara, que se acerca una
nueva etapa de la Humanidad. Aunque resulta muy difícil
predecir las características de esa nueva época.
Pero lo que sí parece claro es que los nuevos tiempos
estarán configurados, de forma muy importante, por la
ciencia y la tecnología. Pero este hecho, que es tan
evidente, obliga también a la ciencia, cuya
relación con la sociedad se hace, día a día,
más necesaria. Y éste es uno de los aspectos en los
que la ciencia ha cambiado de forma más espectacular en
los últimos años.
Pasaron los tiempos en los que el científico
podía vivir encerrado en una torre de marfil. Hoy la
ciencia necesita medios, y medios muy costosos, para
desarrollarse, y esos medios sólo los puede aportar la
sociedad. De ahí que la relación entre ciencia y
sociedad se haga, cada día, más necesaria y
más imprescindible. El cauce normal de esa relación
no es, ni puede ser otro, que los medios de comunicación,
o sea, el periodismo.
Al hombre medio, al hombre de la calle, la ciencia le
aparece como algo lejano y distante, como un mundo
hermético y cerrado, cuyo lenguaje no acierta a
comprender. Porque la ciencia, o mejor dicho, cada una de las
ciencias, tiene un lenguaje propio y diferenciado. En algunos
casos, se impone la Matemática como el lenguaje adecuado,
que ayudará a la ciencia a expresarse con rigor y
precisión.
Sensibilidad
Además, en los últimos años, la
sensibilidad de este hombre medio, respecto a la ciencia, ha
experimentado también un cambio radical. En el siglo
pasado, en los tiempos de la dura primera revolución
industrial, la gente estaba convencida de la bondad de la
ciencia, de que el progreso científico nos haría
más ricos, más libres y, a la postre, más
felices.
Pero hoy todo esto se ha acabado. Son muchos los que piensan
que la ciencia puede también traer múltiples
desgracias a la Humanidad. De todo ello se deduce la importancia
crucial del periodismo científico y la necesidad del
mismo, sobre todo en aquellas áreas geográficas en
las que, por diversos motivos, la ciencia no se ha desarrollado,
o se ha desarrollado muy poco. Y una de estas áreas es
Iberoamérica. Por ello, los cinco congresos celebrados han
significado un aldabonazo en la conciencia general de nuestra
comunidad.
Existen hoy, entre otras, dos asociaciones, que agrupan a
los periodistas y a los escritores científicos. Una de
ellas es la Unión Europea de Asociaciones de Periodismo
Científico, la EUSJA (European Union of Science
Journalists Associations). Fue fundada en 1971 y en la misma
está integrada la Asociación Española de
Periodismo Científico. La otra es la Asociación
Iberoamericana de Periodismo Científico, que se
constituyó en 1969, en la ciudad colombiana de
Medellín, con ocasión del Seminario Nacional de
Periodismo Científico, celebrado en Bogotá.
Primer Congreso Iberoamericano de Periodismo
Científico
Se celebró en Caracas en 1974. En la apertura,
pronunció un discurso el Presidente de Venezuela, doctor
Rafael Caldera. Como consecuencia de este Congreso, se
redactó la Declaración de Caracas, en la que se
afirma que "el Periodismo Científico debe ser
reconocido como el instrumento más idóneo para
satisfacer los objetivos de la educación permanente, y su
acción debe ser estimulada y ampliada en los países
iberoamericanos, tanto por los gobiernos nacionales cuanto por
los organismos internacionales, a fin de conseguir el desarrollo
integral de los pueblos".
Segundo Congreso de Madrid
Tuvo lugar entre los días 21 y 26 de marzo de 1977.
El Rey de España, Juan Carlos 1, aceptó la
Presidencia de Honor. La UNESCO envió un comunicado, en
el que se afirmaba que "los periodistas científicos
son generalmente, por los textos que publican, los primeros en
dar información sobre las nuevas conquistas
científicas y sobre su aplicación. Informan
así, sobre lo que se transformará en un bien
común, un recurso común, una parte integrante de
la vida de hoy y, principalmente, de la vida de
mañana".
Se hizo pública la Declaración de Madrid, en
la que se puso un especial énfasis en los problemas de la
transferencia de tecnología y en los efectos que el
mercado tecnológico mundial plantea para la sociedad.
Tercer Congreso en México
Se celebró en 1979. Se abordaron cinco núcleos
temáticos: medios de divulgación científica,
valoración actual y futura del periodismo
científico, formación del periodista
científico, proyección social del periodismo
científico y medio ambiente y periodismo
científico.
Precisamente en esta última área, se puso de
manifiesto que vivimos en un momento en el que los problemas
relacionados con la contaminación y el medio ambiente
adquieren una dimensión espectacular, al tiempo que
aumenta la sensibilidad por los mismos. La ecología se ha
convertido en tema de preocupación para cada vez
más amplios sectores de la sociedad.
Cuarto Congreso en Sao Paulo
Tuvo lugar entre el 30 de septiembre y el 3 de octubre de
1982. Se analizó un estudio, llevado a cabo por el Centro
Interamericano de Periodismo Educativo y Científico
(CIMPEC), en el que se contemplaba que la mayor parte de los
diarios en América Latina dedicaban muy poco espacio a los
temas educativos y científicos aunque, eventualmente, se
publicaban artículos sobre enfermedades u otro tipo de
acontecimientos, que tenían alguna relación con la
ciencia, pero en muy contadas ocasiones se analizaban las bases
científicas de los mismos. Además, estos textos
estaban escritos por redactores, que carecían de
formación científica.
Los trabajos del Congreso se plasmaron en la
Declaración de Sao Paulo en la que se definía el
periodismo científico como "un excelente medio de
enlace entre la comunicación de la Ciencia y el
público en general, ya que tiene como fin hacer de la
Ciencia y la tecnología elementos integrales en la cultura
general de una sociedad".
Quinto Congreso en Valencia
Se celebró del 21 al 24 de noviembre de 1990. Fueron
redactados una serie de acuerdos y propuestas, entre las que son
de destacar el proponer a la UNESCO la creación del
Día Mundial del Periodismo Científico y el
solicitar, de esta institución, la condición de
organismo no gubernamental de la UNESCO para la Asociación
Iberoamericana de Periodismo Científico.
Se redactó también la Declaración de
Valencia, en la que se pide la creación d cátedras
de Periodismo Científico en las Escuelas y Facultades de
Comunicación, al tiempo que se manifiesta que el
periodismo científico "debe convertirse en
instrumento de defensa contra la dependencia tecnológica,
causa, en buena parte, del subdesarrollo y de las adversas
condiciones socioeconómicas latinoamericanas, que no
sólo se reflejan en el hambre y en la pobreza, sino
también en el atraso cultural y en las interferencias en
la soberanía".
Ideas fundamentales
De estos cinco congresos de periodismo científico,
celebrados hasta ahora, vamos a sacar tres ideas fundamentales,
que se pusieron de manifiesto con insistencia en todos ellos.
En primer lugar, la clara conciencia de la importancia de
los medios de comunicación, para que se establezca un
puente entre la ciencia y la sociedad.
En segundo lugar, la preocupación por los problemas
derivados de la contaminación y de la conservación
del medio ambiente, frente a los cuales numerosos partidos
políticos mantienen posturas totalmente alejadas de un
planteamiento científico.
Finalmente, se ha insistido en que le retraso de
Latinoamérica se debe, en gran medida a su escasa
presencia en el campo de la ciencia y la tecnología.
NOTA: El sexto Congreso Iberoamericano de Periodismo Científico se celebrará en Chile (v. pag. 18).
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