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1898,
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Lanny Thompson. Univ. Puerto Rico. Próximo el Centenario de la Guerra Hispanoamericana de 1898 el Museo de la Historia de Ponce, junto a la Universidad de Puerto Rico comienzan a explorar sus implicaciones a través de la exposición fotográfica "Archipiélago imperial: imágenes de Cuba, Puerto Rico, Hawai y Filipinas" bajo el dominio estadounidense entre 1898 y 1914.
Esta exposición invita al público a una relectura de las imágenes fotográficas de estos países en los albores del siglo XX. Las fotografías, junto a los textos que las acompañan, expresan una compleja retórica que pretendió conocer, juzgar y gobernar a la gente del nuevo archipiélago imperial estadounidense. La mujer, el niño y las varias "razas" son las representaciones principales de la gente de las islas. Dichas representaciones expresaron, mediante estructuras narrativas, las similitudes y diferencias entre los diversos pueblos isleños. Además sirvieron para elaborar las varias estrategias del proyecto de civilización - conocido como "americanización" - y justificar los diferentes sistemas de gobernación bajo el dominio estadounidense.
Los libros de la época pintaban como atractivas a las islas mediante la metáfora de la mujer, cada cual con sus propios encantos. La cubana era sumamente atractiva y coqueta, pero desafortunadamente vivía bajo la estrecha vigilancia de los patriotas de su país. La puertorriqueña ofrecía un interés particular: era una mulata bonita y muy laboriosa. Esta retórica de atracción llegó a su punto culminante en las descripciones de Hawai. La hawaiana era incomparable: una Eva del paraíso bajo influencia misionera. En contraste la filipina resultó ser una gran desilusión: atractiva a primera vista, pero, a fin de cuentas, la mas indeseable ante la mirada imperial. Los autores narraban su desengaño y describían en considerable detalle, analizando cada rasgo físico, la fealdad de las mujeres de las islas Filipinas.
El niño, frecuentemente negro y desnudo, fue una de las representaciones fundamentales de los pueblos del archipiélago imperial. La niñez connotaba la inmadurez, la dependencia y la necesidad de tutelaje, pero también la inocencia, la lealtad y el potencial educativo.La escuela, particularmente la enseñanza en inglés, fue uno de los medios principales para la "americanización" de estos "niños" isleños. La desnudez expresaba tanto la pobreza como el estado primitivo de la población cuyo remedio - el trabajo y el espíritu empresarial - sería provisto por el nuevo régimen. Las representaciones del niño cobraron importancia en todas las islas, pero particularmente en Puerto Rico donde existían grandes esperanzas de una futura americanización a través de la escuela pública.
La raza fue uno de los criterios mas importantes en la evaluación de las islas y su gente. Mientras que los libros postulaban una inferioridad general de los pueblos insulares respecto a la raza blanca, llamada "anglosajona", manifestaban además una tendencia a distinguir las distintas " razas" de las islas. Los autores describían la inferioridad relativa de las razas no blancas de acuerdo con una confusa serie de comparaciones y contrastes físicos y culturales. la jerarquización contradictoria de estas tonalidades "raciales" constituyó una diferencia sobresaliente de estos libros. En Filipinas, sobre todo, predominaba la retórica evolutiva, la cual clasificó jerárquicamente las varias "razas" de acuerdo con su "grado" de civilización.