MÁLAGA, HALLAN LA MUTACIÓN GENÉTICA RESPONSABLE DE UN TIPO DE INFERTILIDAD HUMANA HEREDITARIA

El descubrimiento permitirá un diagnóstico precoz y abre la puerta a lograr terapias hormonales y génicas.

A. Somoza. Univ. Málaga. Dos investigadores del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Málaga, José L. Diéguez Lucena y Armando Reyes Engel, han conseguido localizar la mutación de un gen que causa la aparición de una disgenesia gonadal causante de infertilidad en ambos sexos. El descubrimiento se produjo en el marco de una investigación subvencionada con fondos de la Unión Europea, en la que han participado científicos finlandeses, alemanes y españoles.

El trabajo, publicado en la revista Cell, ha permitido establecer, por primera vez, que parte de los casos de infertilidad son debidos a una mutación genética hereditaria. También se ha podido establecer que la herencia de la mutación es de tipo recesivo por lo que el número de portadores puede ser mucho mayor, teniendo un 25% de posibilidades de tener un hijo afecto y 60% de que porte dicha mutación.

La investigación comenzó en 1993, cuando el doctor Albert de la Chapelle (Universidad de Helsinki), formó un equipo integrado por científicos finlandeses y alemanes para tratar de determinar la causa genética de la disgenesia ovárica, que afecta a una de cada 8.300 mujeres en Finlandia. Los trabajos se centraron en el gen (FSHR), responsable de la codificación del receptor de la hormona folículo estimulante, que desempeña un papel fundamental tanto en lea ovulación como en el proceso de desarrollo de los órganos sexuales.

El descubrimiento

Las sospechas hacia ese gen se basaban en los trabajos previos del equipo del doctor Rosseau-Merck, que en 1990 había logrado la clonación del gen, y de la doctora Kristina Aittom„ki (Universidad de Helsinki), que había realizado su mapeo en 1993. Todos los indicios del grupo científico germano-fines apuntaban al mencionado gen responsable último de la dolencia que afectaba a las familias en observación. Sin embargo, no se lograba encontrar la mutación responsable de la enfermedad.

Los profesores Reyes y Diéguez se pusieron en contacto con el profesor de La Chapelle al que propusieron hallar la expresión del gen en sangre. Inmediatamente, la hipótesis de trabajo de los científicos andaluces dio resultados. Su aplicación les permitió descubrir la expresión del gen FSHR en las muestras sanguíneas tomadas a las familias finesas y, tras escrutar un fragmento concreto de ese gen, situado en el brazo corto del cromosoma 2, detectar la mutación que origina la patología en estudio.

En el estudio publicado por la revista Cell en septiembre, cuyos primeros firmantes son la Dra. Aittomäki y el Dr. Diéguez, se explica que aunque el gen mutado aparentemente presenta una afinidad normal con la hormona folículo estimulante (FSH), experimentos en células transfectadas demuestran que tanto el acoplamiento como la transducción de señal están muy disminuidos.

En otras palabras, se pudo determinar que en los pacientes afectados de infertilidad, el gen FSHR presentaba una mutación que alteraba la codificación del receptor de la hormona folículo estimulante. Debido a esta codificación errónea, el receptor no llegaba a situarse en la membrana exterior de la célula y, por lo tanto, la hormona responsable de la maduración de la célula no podía cumplir su función.
Igualmente, se ha podido demostrar que la enfermedad causa la infertilidad absoluta entre las mujeres afectas, mientras que en el hombre genera casos de infertilidad o subfertilidad y, por primera vez en la historia, se ha establecido el carácter hereditario de una infertilidad de origen genético. El descubrimiento se inscribe en el mismo campo que el presentado por científicos americanos de los Institutos Tecnológicos de Masachussets y Whaitehead (agosto 1995, David Page, "Nature Genetic"), el primer estudio que demostró la existencia de una causalidad genética en la causa infertilidad de varones sexualmente sanos. Sin embargo, en el caso del estudio norteamericano en varones con azoospermia, las pruebas realizadas en los padres de los pacientes afectados dieron resultados negativos, por lo que se pensó que el defecto surgía espontáneamente y no de forma hereditaria.

Diagnóstico y tratamiento

La enfermedad es fácil de diagnosticar, ya que la mayoría de las mujeres afectadas presentan alteraciones de la menstruación y retrasos o ausencia en la pubertad. El único tratamiento posible contra estos casos de infertilidad radica, hasta el momento, en la recepción de un óvulo y un tratamiento hormonal adjunto. La importancia del descubrimiento radica en que se ha conseguido un método para el diagnóstico y detección de portadores y se ha abierto la puerta a tratamientos menos traumáticos de la dolencia. De hecho, ya se ha iniciado la búsqueda de tratamientos para la enfermedad, que podrían consistir en terapia hormonal y, en un futuro, en terapia génica.

No obstante, la solución definitiva tardará en llegar, aunque el descubrimiento permitirá diagnosticar la alteración de forma precoz y detectar a los niños que puedan padecerla, lo que en un futuro no muy lejano permitirá realizar un tratamiento preventivo eficaz.